El ministro de Justicia, Minoru Yanagida, presentó su dimisión una semana después de hacer un comentario en el que restaba seriedad a su trabajo.
Yanagida, de 56 años, afirmó en un discurso que ser ministro de Justicia de Japón "es fácil" porque solo tenía que recordar dos frases si le hacían preguntas comprometidas en el parlamento.
Según dijo, esas dos frases eran "no debo hacer comentarios en casos individuales" y "estoy actuando de forma apropiada de acuerdo a la ley y a las pruebas".
El comentario causó una avalancha de críticas de la oposición que pidió su dimisión, aunque inicialmente él se negó. Su renuncia se produjo después de que un partido opositor amenazara con rechazar su apoyo parlamentario a un plan que el gobierno considera clave para estimular la economía.