Entre otras definiciones, encontramos que orientación vocacional es:
- La elección de un interés realista que permita al sujeto alcanzar su meta laboral, y así su inserción en el mercado. Se trata de ayuda en la elección de una profesión.
- Ayudar a la persona a que elabore un concepto adecuado de sí mismo y de su papel en el trabajo.
Acompañar a la persona en el autodescubrimiento y la elaboración de un proyecto personal. - Acción surgida para equilibrar y adecuar la relación entre potencialidades personales de los trabajadores, tanto desde el punto de vista de la vocación, sus competencias y sus demandas laborales.
- Especialidad de la psicología que estudia y ofrece un recurso preventivo y/o asistencial para la elaboración de la conflictiva humana que se cristaliza alrededor del establecimiento de un proyecto futuro que puede incluir o no la elección o cambio de una carrera o trabajo.
Historia del concepto de Orientación vocacional
Hace más de cien años que surge el concepto de orientación vocacional como una especialidad de la psicología, dedicada a destacar las destrezas, talentos y habilidades de las personas, en un contexto social caracterizado por el surgimiento de los white collars, a raíz de la industrialización que requería mano de obra cada vez más especializada. En este marco de los acontecimientos, tanto la seguridad personal como social del individuo era sostenida a través del empleo seguro para toda la vida. Pero con el correr del siglo y el proceso de revolución tecnológica que afectó todas las facetas de la economía, las viejas estructuras industriales tendieron a desaparecer. Surge a toda velocidad una economía basada en el desarrollo industrial y la provisión de servicios, los empleos se vuelven inestables, existe una menor capacidad en los individuos para identificar sus vocaciones y definir sus proyectos de vida, es necesario que sea ampliado y actualizado el concepto de orientación vocacional.
La influencia y desinformación de los medios de comunicación masivos sobre los oficios y carreras, el deterioro de la educación pública, los falsos ídolos que guían a los jóvenes en masa, el auge de la sociedad hedonista y consumista, entre otros factores de la vida moderna, hacen que muchos jóvenes no encuentren el camino para encarar de manera seria y consistente un futuro laboral a largo plazo, con todos los pro y contras que esto supone, para convertirse en miembros productivos no sólo para una organización pública o privada sino para toda la sociedad.
Qué ocurre con la orientación vocacional en la actualidad
En la actualidad, las competencias laborales, deben aprender y reaprenderse continuamente, ya no alcanza con sólo tomar en cuenta las principales destrezas del individuo, sino que el proceso de orientación vocacional intenta conocer su personalidad, la motivación real del individuo para trabajar, su conocimiento del mercado laboral, el entorno familiar y las características económicas, o sea que en la actualidad la orientación, pasa a ser entendida como un asesoramiento en formación.
El proceso de orientación vocacional, intenta conducir hacia un proyecto personal que incluya una mayor conciencia de sí mismo y de su realidad socioeconómica, cultural y laboral. Para lograr este proceso integral de orientación vocacional, es necesario brindar información a los jóvenes sobre la oferta educativa y la salida laboral, fomentar el autoconocimiento continuo, conociendo sus fortalezas, debilidades, habilidades, anhelos, potencialidades y limitaciones, el individuo está en condiciones de elegir un proyecto de vida para desarrollar.
Se trata de un trabajo preventivo e informativo, con la finalidad de posibilitar la mejor elección para cada persona. La finalidad es que al adquirir diversas experiencias propuestas, el individuo tenga la capacidad de elegir por sí mismo.
Los destinatarios de los procesos de orientación vocacional por lo general son jóvenes adolescentes próximos a finalizar los estudios secundarios. Se logran los objetivos a través de la aplicación de técnicas psicológicas psicométricas y proyectivas y entrevistas por competencia.
Uno de los obstáculos más frecuentes que debe sortear el orientador vocacional, es el prejuicio de los futuros trabajadores con respecto al mercado laboral. Esto se presenta cuando el alumno tiene una idea fija de la carrera que quiere seguir, y tiene una escasa predisposición a escuchar nuevas visiones. A veces ocurre que poseen una información incompleta acerca de las funciones de la profesión que han elegido o la disponibilidad de puestos, además del nivel de remuneración, limitadas a veces a su entorno social y económico. Están inmersos en un conjunto muy limitado de opciones, que se pueden revertir a través de las prácticas propuestas por esta disciplina.
La entrevista inicial
En general se comienza el proceso con técnicas que permiten la aproximación; a través de entrevistas personales se define el perfil del individuo, donde se destacan sus preferencias. Este análisis debe abarcar todas las áreas de la vida del individuo, ya que cualquier conflicto, en cualquier área incide directamente en el proceso de la elección de su vocación.
El objetivo de la entrevista inicial consiste en la identificación lo más exacta posible del motivo de la consulta y en la elaboración de una primera aproximación del diagnóstico. En una segunda instancia se recurre a la entrevistas que incluyen al grupo familiar, aunque no en todos los casos es considerado necesario este encuentro.
Después de tener el diagnóstico definido, recién se recurre a la etapa de la evaluación, que consiste en la aplicación de un conjunto de técnicas psicológicas. Desde esta perspectiva se evaluarán tanto las funciones intelectuales del sujeto como el perfil de la personalidad, los intereses vocacionales, etc.
Baterías de tests psicológicos
Las actividades consisten en la aplicación de baterías de tests, la corrección de las pruebas aplicadas y la elaboración del informe.
Las principales pruebas de inteligencia utilizadas son las de Domino, Raven y Wais; entre las pruebas de personalidad se destacan las de Rorschach, Zulliger, Luscher y Eduards, mientras que las referentes a los intereses vocacionales sobresalen CIPSA y Kuder-C.
Devolución
El último paso del proceso es el de la devolución de la información, consiste en la interpretación de los datos. Esta síntesis final integra las principales potencialidades personales de los trabajadores, tanto desde el punto de vista de la vocación, sus competencias y sus demandas laborales.
Esta devolución tiene por finalidad ampliar el espectro de la mirada del individuo, de esta manera con un conocimiento más definido de sí mismo, es capaz de orientar sus decisiones de manera que pueda desarrollar plenamente sus gustos y habilidades.
Los orientadores vocacionales deberían integrar esta acción preventiva de forma continua fomentando el desarrollo personal de los alumnos con la concientización de que independientemente del área especifica que elijan como la preferida, deberán desarrollarse en el concepto de la creación y recreación de los objetos de estudio, lo que implicaría una permanente reactualización de saberes a aplicar.