Hay dos grandes áreas para desarrollarse: la primera dentro de una empresa o entidad pública y la segunda como profesional independiente, pudiendo ejercer dentro de una firma o con su propia empresa. Puntualmente para los futuros contadores, las posibilidades son grandes. Hoy, los servicios de un contador son muy demandados por diversas razones. Sus funciones están en estrecha relación con el funcionamiento de la economía actual. Toda la actividad económica está impregnada por nuestra labor. Somos verdaderos facilitadores de la actividad económica en sus diversas manifestaciones, en todos los ámbitos y niveles.
Entre los más jóvenes, al momento de graduarse, generalmente todavía prevalece una sensación de incertidumbre, de falta de rumbo. ¿Qué le aconsejaría a un recién graduado para definirse correctamente?
Ante todo, creo que es importante que los jóvenes estén atentos a su propia vocación. La carrera de Contador tiene un campo de actuación muy amplio. Insisto, hoy no es posible concebir ninguna actividad económica, por más simple que sea, que no requiera la asistencia de un contador. Por ello, en el mundo hay una demanda general de contadores muy superior a la oferta.
Demos unos ejemplos de potenciales campos de actuación
Si. Ya sea trabajando como contadores en distintas áreas de las empresas o de la administración pública, como asesores de negocios, asesores impositivos, auxiliares de la justicia, miembros de los Comités de Auditoría o auditores.
Por su amplitud, podemos decir entonces que es una profesión relevante en el desarrollo de las sociedades en las que actúa.
Sin lugar a dudas. En concreto, los contadores son clave no sólo para el buen funcionamiento del mercado financiero y de capitales, también lo son para la buena gestión de los entes, para la credibilidad y transparencia de las cuentas públicas y para la adecuada implementación de las políticas sociales.
A su entender ¿Cuáles son los contenidos y valores que no pueden faltar en la carrera?
Como dijimos, el campo de actuación es muy diverso y esto debe reflejarse en los planes de estudio. Los profesionales deben saber responder las necesidades específicas que le plantea el mercado, que se corresponden con las distintas actividades a las que hemos hecho referencia.
También hay nuevas competencias, como el manejo de las nuevas tecnologías, entre los llamados “cambios en el entorno”.
Sí son un verdadero impacto, hay cambios en las modalidades de las transacciones económicas y financieras, en la legislación aplicable y en la tecnología. Por un lado estos cambios generan nuevas necesidades a atender y por el otro, brindan la posibilidad de contar con las herramientas para responder mejor a los viejos y a los nuevos problemas.
El desafío de afrontar los problemas de siempre con herramientas nuevas…
Déjeme decirle que los desafíos son importantes, pero también lo son las oportunidades. Como dije antes, hoy el mundo necesita más contadores de los que existen y esto es en sí un gran desafío pero a la vez una gran oportunidad desde el punto de vista de la educación.
¿Qué surge de la comparación de un graduado en la Argentina respecto al de otro país?
La diferencia quizás más marcada entre los graduados de la Argentina y muchos países miembros de la IFAC, radica en que allá los organismos profesionales están más vinculados a la formación por ejemplo del contador, es decir, las personas estudian una carrera universitaria que no necesariamente tiene que estar vinculada a las ciencias económicas y luego realizan cursos específicos que suelen estar a cargo de dichos organismos internacionales y finalmente son estos organismos los que toman los exámenes de habilitación.
¿Y si comparamos la formación académica?
Considero que nuestro país tiene programas de formación muy completos y que, en general, responden adecuadamente a las normas internacionales en la materia. Desde luego, estos programas requieren de una actualización periódica. Posiblemente pueda hacerse mayor hincapié en lo que se refiere a las habilidades profesionales, a los valores éticos y a las actitudes.
Este último es un aspecto interesante sobre el cual las normas internacionales podrían proveer pautas
Justamente. La Federación Internacional de Contadores que actualmente presido, ha emitido Normas Internacionales de Educación. Estas normas se refieren a los requerimientos de educación para acceder a la habilitación profesional: a los contenidos educativos, a las habilidades profesionales requeridas, a los valores éticos y a las actitudes que se esperan de un contador público, a los requisitos de experiencia previa y a los exámenes de evaluación de las competencias necesarias. También se refieren a los requerimientos de educación profesional continua, posterior a la obtención de la habilitación profesional.
De todo esto ¿qué podría adaptarse al sistema argentino?
Un aspecto que implicaría una modificación a nuestro sistema es el de la experiencia previa. Esto existe como requisito en la IFAC y quizás puede ser un tema para analizar aquí cuidadosamente. También la cuestión de la educación profesional continua implicaría una modificación si se la implementara de manera obligatoria. Es otro aspecto que merece ser analizado en profundidad. Internacionalmente es considerado un requisito necesario.
La oferta educativa existe
Está faltando el sistema que permita acreditar que la calidad de esa educación es la apropiada y que ella es recibida efectivamente por cada profesional. Un sistema optativo que cumpliera con esta función podría ser un buen comienzo.
Al comienzo de esta nota mencionó la importancia de atender la vocación, personalmente ¿cómo nació en Ud. la vocación de ser contador?
Bueno como les sucede a todos los jóvenes a mí también me pasó de estar cursando la secundaria y preguntarme qué voy a hacer después. Recuerdo estar caminado en verano por Mar del Plata con mi padre, y preguntarle qué estudiar, a lo que mi padre contestó “Bueno, podés ser Contador Público”. A partir de esa charla me puse a investigar sobre el tema. Yo tenía una inclinación hacia las ciencias exactas, las matemáticas, la física. Su consejo no estaba tan errado. De todas formas yo empecé dos carreras simultáneamente: la de Lic. en Matemática y la de Contador Público. Luego comencé a trabajar en un estudio de contadores y no terminé Lic. en Matemática y sí la de Contador Público.
¿Qué recuerdos conserva de su paso como estudiante de esta Casa de Altos Estudios?
Son muy gratos esos recuerdos. Entré en la Facultad rindiendo el examen de ingreso. Comencé a estudiar cuando aún no trabajaba. Pasaba parte del tiempo en la Biblioteca de la FCE, que en esa época era biblioteca parlante y circulante. Fueron momentos de mucho entusiasmo e ilusiones. He tenido grandes profesores. Recuerdo el curso de Contabilidad I donde la mayor dificultad era hacer la suma de los balances sin calculadora. Recuerdo también los primeros ensayos que teníamos que leer, como el de la “ganancia realizada” escrito por Bocardi, Chapman y Chyrikins. Venía de un bachiller, a mí la FCE me abrió el mundo de la contabilidad.
Estamos llegando al fin de la nota ¿algo para agregar Dr. del Valle?
Si, un último concepto para los estudiantes y graduados. Creo que una de las características de nuestra profesión es que tiene fuertes valores. Entre esos valores podemos destacar la integridad -que resumiría fundamentalmente en prometer aquello que uno piensa que uno puede cumplir, y realmente cumplir aquello que ha prometido- y por último, la transparencia. Creo que los contadores tenemos un rol muy importante que cumplir en la sociedad, somos contadores públicos porque el público confía en lo que decimos.