En Latinoamérica, los distintos países festejaron el Día del Trabajador con manifestaciones en su mayoría pacíficas. Hubo reclamos en medio de los festejos, y en algunas como las que se realizaron en Colombia se registraron algunos incidentes.
Se registraron marchas de los trabajadores por las principales calles de Colombia. Gran cantidad de pancartas, banderas blancas y de Colombia recorrieron todas las calles de Bogotá durante más de cinco horas que duró el festejo. Fueron cerca de 10 mil personas según las cifras de la Central Unitaria de Trabajadores CUT las que marcharon desde la plaza de toros hasta la Plaza de Bolívar, en Bogotá, donde llegó la cabeza de la manifestación a los 11.20 de la mañana del domingo 1 de mayo, luego de dos horas de haber iniciado el recorrido.
En el desfile participaron distintas comparsas, camisetas, máscaras, mimos, pancartas, etc. Los gritos y pancartas pedían por las reivindicaciones sindicales, se vieron pasar féretros que luego fueron quemados, con leyendas contra los desplazados y la violación de los derechos humanos.
Alrededor de la 1.10 se comenzaron a desmantelar las pancartas y a realizar una invitación para un almuerzo colectivo cerca de la plaza
Los trabajadores fueron convocados por el Comando Nacional Unitario, que agrupa la Confederación General de Trabajadores Democráticos (CGTD), a la Confederación de Trabajadores de Colombia (CTC), a la Confederación de Pensionados de Colombia (CPC) y a la Central Unitaria de Trabajadores (CUT).
A pesar de la lluvia la plaza Bolívar se llenó completamente. Los discursos de los presidentes de las cuatro centrales obreras ( Apecides Alves, Carlos Rodríguez, Julio Roberto Gómez y Fortunato Lozano) comenzaron alrededor de la una de la tarde, todos hablaron de los derechos de los trabajadores y cuestionaron el actual modelo económico.
En la manifestación se encontraron abuelos reclamando por sus pensiones, conductores y propietarios de los bicitaxis, pidiendo que los dejaran trabajar, trabajadores del Hospital San Juan de Dios que rechazaban el cierre del Hospital, junto a madres comunitarias con empleados de empresas públicas y estatales.
Los vendedores ambulantes reclamaron su derecho al trabajo bajo la consigna “No somos delincuentes, somos trabajadores!”.
En el parque, mientras partía la marcha se reunieron un grupo de indígenas que realizaba una jornada por la convivencia. En proclama por la paz de Colombia y la armonía en el universo, también pidieron por el cese del egoísmo.
En Barrancabermeja (Santander) cerca de 10 mil personas marcharon pacíficamente desde la refinería hasta la Sede de la Unión Sindical Obrera (USO), la iglesia afirmó que participará como mediadora para un posible reinicio del diálogo entre el Sindicato y Ecopetrol con la finalidad de terminar con la huelga que llevaba hasta ese momento 11 días.
En Barranquillas marcharon más de 6 mil personas sin que se produjeran disturbios de ningún tipo, tampoco en Cartagena donde se trasladaron desde el sector de Los Cuatro Vientos hasta el Centro Recreacional Napoleón Perea. También se registraron marchas tranquilas en la ciudad de Santa Marta, en el Eje Cafetero.
Los principales disturbios se produjeron en las ciudades de Bogotá, Medellín y Cali. En Bogotá un grupo de jóvenes que llevaban el rostro cubierto se enfrentaron con la policía y realizaron desmanes por el centro de la capital, cuatro polícias resultaron heridos durante los incidentes , tres ciudadanos fueron transladados a centros médicos con contusiones, y 19 personas fueron atendidas por médicos de Defensa Civil y otros grupos de emergencia.
En Medellín, los incidentes se presentaron en la Avenida Oriental, donde algunas personas se presentaron con papas bomba y gases lacrimógenos. De las 25 personas detenidas, 7 fueron judicializadas. Entre los manifestantes hubo tres lesionados.
En Cali los desordenes se produjeron casi al finalizar la marcha cuando algunos manifestantes comenzaron a tirarle piedras a la policía. Fueron varios los locales afectados en la zona. Según datos del Sindicato de Trabajadores Universitarios de Colombia (Sintraunico)fueron diez las personas detenidas por los desórdenes pero solo tres quedaron retenidas y posteriormente dejadas en libertad.
Los manifestantes se mostraron en desacuerdo con la política del Gobierno, con la intervención extranjera en el país, y reclamaron por mejores condiciones de trabajo, además de hacer un llamado a la paz y cese a la violencia.
Desde distintas ONGs se rindieron homenaje a los defensores de los derechos humanos, Elsa Alvarado y Mario Calderón, investigadores del Cinep, que fueron asesinados el año pasado, a María Arango, asesinada el pasado 16 de abril y a Eduardo Umaña, asesinado el 18 de abril pasado.
También hubo un repudio a la violencia por medio del Colectivo Teatral Luz de Luna que en medio de la multitud se expresó con gestos silenciosos.
Desde la Confederación General de Trabajadores, su presidente, Julio Roberto Gómez explicó que “Los reportes me dicen que son marchas pacíficas en todo el país”, y aseguró que la gente involucrada en los incidentes nada tiene que ver con los trabajadores.
Desde la Polo Democrático Alternativo, una de las convocantes de la marcha, Clara López opinó que “ Es triste que la Policía despliegue su fuerza contra los manifestantes, en vez de proteger a los marchantes del grupo de anarquistas”.
En las convocatorias se realizaron pedidos por salarios dignos, y se reclamó contra la escasez y el aumento en los precios de los alimentos básicos. Hubo duros enfrentamientos.
En Bogotá distintos movimientos sindicales, de derechos humanos y partidos de izquierda reclamaron el fin del paramilitarismo, por los asesinatos de sindicalistas y por las presiones del presidente Alvaro Uribe contra la Corte Suprema.
Ante la realidad colombiana que según el Departamento Nacional de Estadísticas demuestra que en marzo de este año la tasa de desocupación se ubicaba en un 10,8%, lo que significan 2,4 millones de personas desocupadas, el presidente de la Nación Juan Manuel Santos, anunció que su gobierno tiene como prioridad fortalecer los derechos laborales tanto como garantizar el legítimo derecho a la protesta democrática y civilista.
Los festejos se realizaron en un contexto en donde la Organización Internacional del Trabajo (OIT) le dio plazo a Colombia hasta junio para que tome las medidas pertinentes y se evite una sanción moral que podría tener repercusiones económicas. Este organismo encontró que durante el año pasado fueron asesinados 112 sindicalistas en el país y en lo que va de este año ya son 29 los asesinados.