El Instituto de Política Social de la Asociación Agentes de Propaganda Médica (AAPM) advirtió que “el objetivo de convencer y estimular el consumo de medicamentos es de manera particular perjudicial en un mercado que, desde los años `90, alienta el consumo irracional de fármacos y la automedicación a partir de las desregulaciones”.
Un informe acerca de la publicidad “engañosa” de venta libre de remedios que realiza la industria farmacéutica fue presentado por el Instituto gremial ante la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT).
El estudio especificó que en “los años `90 imperaba la lógica del mercado y se adoptaron desregulaciones para favorecer el mercantilismo empresario y la venta indiscriminada farmacéutica, en ausencia de consulta a los profesionales y a todos aquellos que privilegiaban la salud pública y el uso racional del remedio”.
El sindicato, que lidera Ricardo Peidro, ratificó la necesidad de implementar “una política pública nacional para el uso racional de los medicamentos”, y expresó que “los remedios, por sus características propias y los graves riesgos que conlleva a la salud su mala utilización, deben estar a cargo de los médicos”.
“Es gravísimo que se consuman 165 millones de fármacos inducidos por la publicidad engañosa farmacéutica y personajes mediáticos rentados, sin ninguna responsabilidad legal frente a las consecuencias sobre la salud colectiva”, declaró Peidro.
Ante la reiteración de esos episodios, el Instituto ratificó la necesidad de producir “un monitoreo previo y no posterior, que puede resultar tardío o superfluo, si se parte de la premisa contenida en los fundamentos de la disposición 2845/11”.
Esa disposición sostiene que “en el caso específico de la publicidad o promoción de productos sujetos a vigilancia sanitaria, este contexto involucra un proceso tendiente a convencer a prescriptores, dispensadores y usuarios de las ventajas o beneficios del remedio para estimular su consumo, representando un importante recurso de marketing en los eslabones de la cadena (elaboración, distribución, comercialización)”.
El gremio denunció ante la ANMAT la situación y se reunió con su presidente, Carlos Chiale, a quien informó sobre “la proliferación de publicidades de especialidades medicinales que promocionan supuestos efectos beneficiosos para la salud y abonan la automedicación, aunque ocultan los daños colaterales nocivos cuando son ingeridas sin prescripción y monitoreo profesional”.
El sindicato reclamó medidas urgentes sobre el tema, según informó José Charreau, secretario de Acción Social de la AAPM.