MADRID. El ministro de Trabajo e Inmigración, Valeriano Gómez, insistió hoy en que los "obscenos" sueldos de los directivos de la banca están detrás de la "eclosión" de la crisis financiera.
Gómez hizo estas declaraciones en un seminario organizado por UGT-Madrid sobre la reforma de las relaciones laborales, donde coincidió con el secretario general de UGT, Cándido Méndez, quien pidió a la banca que se "reconcilie" con la sociedad.
Para Gómez, que los altos directivos de la banca y de otros sectores ganen "mil o mil quinientas veces más" que el trabajador peor pagado de su empresa es cosa del "pasado".
El ministro consideró que esas altas retribuciones no son inocuas ni en el sector ni en la economía y no se puede esperar fidelizar a los trabajadores con una empresa si existen altas horquillas salariales.
En su opinión, las retribuciones en los ámbitos financieros que han "estimulado" la asunción de riesgos excesivos deben ser reguladas.
Al respecto, el ministro de Trabajo explicó que esta "reflexión" que hace es antigua y que ya ha sido adoptada en alguna directiva de la Comisión Europea.
Para el ministro, apelar a ello es "algo bueno", más aún cuando a los trabajadores se les pide moderación salarial para que las empresas puedan salir de la crisis.
Sin embargo, Gómez precisó que el Gobierno no puede fijar los salarios en las empresas privadas, aunque matizó que en el caso de las entidades financieras reflotadas con dinero público tiene que haber algún "límite" en las retribuciones.
No obstante, dijo que se trata de una "reflexión a medio y largo plazo", ya que con la coyuntura actual no es momento de aumentar la fiscalidad ni las cotizaciones sociales a las empresas.
Méndez afirmó que los bancos y sus directivos "deben reconciliarse" con la población española, especialmente con las clases medias y muchos pequeños empresarios y autónomos, porque han tenido responsabilidad en lo que ha ocurrido.
En cambio, el vicepresidente primero de la CEOE, Arturo Fernández, sostuvo que no tiene mucho sentido criticar los altos sueldos de los directivos por tratarse de una polémica que no viene al caso.
Fernández también rechazó que sean obscenas las diferencias salariales, que las relacionó con la productividad de cada uno de los trabajadores.
El secretario general de UGT aprovechó para decir que la reforma financiera, imprescindible para que fluya el crédito y se recupere la actividad, se está "haciendo tarde y mal".
Al respecto, el ministro de Trabajo advirtió de que mientras que no haya "normalidad" en el sistema financiero no se puede esperar que haya recuperación de la actividad económica y del empleo.
Gómez destacó que esa tarea no será cuestión de meses, ni sencilla, sino que requerirá "cierta dilatación" en el tiempo, en parte por los "excesos" cometidos y en parte por la "poca" supervisión.
Sobre la labor de las agencias de calificación, y en referencia a la decisión de Moodys de rebajar ayer la calificación de la deuda de Portugal a la categoría de bono basura, Méndez consideró que se "podría interpretar" que estas entidades "están vengándose" de las instituciones por haberlas criticado.
Para Méndez, existe "incongruencia" con las agencias de calificación de riesgo porque si en su momento las instituciones las criticaron de manera "muy dura y justificada", lo que "nadie entiende" ahora es que las sigan manteniendo como referencia.
En sus intervenciones también ambos alertaron de la importancia que tienen el reducir los altos niveles de desempleo juvenil, que esperan solventar en las próximas reuniones tripartitas en la mesa de contratación y empleo que tienen abierta con la patronal.
UGT, según Méndez, tiene previsto reunirse el próximo viernes con empresarios alemanes para estudiar las fórmula dual (empleo-formación) que aplican y su traslado a España.