MADRID. Estos días se ha instalado oficialmente en España ISIS Innovation, empresa creada en el seno de la Universidad de Oxford enfocada a dar impulso a la innovación científica y tecnológica. Tras 20 años de trabajo con empresas y universidades en Reino Unido, aterrizan en España de la mano de Parque Científico de Madrid y de Manuel Fuertes, ingeniero español formado en la prestigiosa universidad británica.
Según explicó este último, ISIS Innovation decidió venir a España al estudiar las grandes oportunidades en I+D que ofrecía un país con un nivel de calidad en investigación muy superior a la media mundial pero con muy poca traducción al mercado.
La mayoría de investigaciones llevadas a cabo en España se traducen en un gran número de publicaciones, gran parte de ellas en las revistas científicas más prestigiosas del planeta. La diferencia entre el número de publicaciones y el número de patentes españolas representa el conocimiento que, de manera gratuita, compartimos con el resto del mundo: una publicación científica a nivel internacional que no esté registrada puede ser aprovechada por otros países con más recursos dispuestos a desarrollar las ideas que se ofrecen.
“En otras palabras, España es una gran ONG del conocimiento, que al no proteger compartimos con el resto del planeta. Pero una ONG que dona su ciencia a los países más ricos. Tenemos que dejar de ser una gran ONG y empezar a capitalizar las inversiones”, afirma Manuel Fuertes. En 2004, un estudio sobre las publicaciones científicas que aparecen nombradas en páginas de patentes estadounidenses, realizado por el Dr. Luis Plaza, un investigador del CSIC, reveló que el 40% de las citas se referían a trabajos de autores españoles publicados en revistas de investigación básica. “En España tenemos que generar patentes con denominación de origen”, añade.
España tiene resultados de investigación sobresalientes en el plano internacional, especialmente en los campos de bioquímica, medicina, biología, química o genómica. Hace falta cambiar la mentalidad en al menos tres sectores para que creen sinergias entre ellos que lleven a la capitalización de las inversiones realizadas en I+D+i. El primero de ellos es el sector científico, reacio a veces a la “monetización” del conocimiento. El segundo es el sector de los emprendedores, que no ha descubierto todavía el gran nicho de mercado que ofrece la ciencia española. El tercero, el sector de inversiones y finanzas, que debe arriesgar más e invertir con confianza en este tipo de proyectos, que además incentivarían la llegada de capital extranjero. Las empresas como ISIS Innovation, en estrecho contacto con las universidades, funcionan como traductores entre los tres mundos, con tres idiomas diferentes que en la práctica no logran entenderse entre sí.
El trabajo de ISIS Innovation se centra especialmente en el análisis de la competencia internacional, vital en un sector donde se están haciendo investigaciones paralelas en diversos lugares del mundo y que las universidades no pueden controlar más allá de las fronteras de sus países. Además, la empresa de Oxford es mediadora entre el mundo académico y el empresarial, y trata de acercar a las empresas a los centros de investigación para formar equipos que logren rentabilizar la inversión en I+D+i. “Desde ISIS consideramos que con el correcto diseño e implantación de políticas de transferencia, España puede entrar en el selecto club de países europeos que está transformando correctamente sus economías en economías del conocimiento” remata Manuel Fuertes.