PARÍS (Reuters) – Las tensiones laborales en las fabricantes de automóviles francesas empeoraron el martes, cuando los trabajadores de Renault protestaron por una serie de recortes, mientras un plan de reestructuración de PSA Peugeot Citroën sufrió un retroceso legal.
Con la plantilla de Renault manifestándose en la planta de la compañía en Flins, al oeste de París, y los trabajadores de Peugeot marchando hacia la sede central de la empresa en la capital francesa, las automotrices proseguían su diálogo con los sindicatos sobre los planes para mejorar la productividad y eliminar cerca de 8.000 empleos cada una.
“Como están las cosas ahora, las condiciones son inaceptables”, dijo el jefe del sindicato CFDT, Laurent Berger, sobre las propuestas de Renault para un acuerdo laboral a nivel nacional.
Peugeot, la fabricante de automóviles más golpeada por la fuerte caída en la venta de coches en Europa, lucha para reducir costes y elevar las ventas en un esfuerzo para volver a obtener beneficios en 2015.
Renault, aunque fortalecida por las ganancias por las ventas de coches económicos de su subsidiaria Dacia y una participación de 43,4 por ciento en la japonesa Nissan, también lucha contra los excesos de capacidad industrial mientras caen sus ventas de modelos fabricados en Francia.
La CFDT, el principal sindicato del sector privado francés, también aumentó la presión sobre el patrón de Renault, Carlos Ghosn, en sintonía con la petición del Gobierno socialista del presidente François Hollande de un recorte en el salario del consejero delegado.
“No se puede pedir que los trabajadores hagan sacrificios si no se piden sacrificios al consejero delegado”, dijo Berger en el la cadena de televisión BFM.
El Gobierno, el principal accionista de Renault con una participación del 15 por ciento, intentó recortar el salario de Ghosn en una reunión de la junta directiva en diciembre, según dijo el ministro de Finanzas del país, Pierre Moscovici, en una entrevista por la radio el lunes, sin dar más detalles.
Ghosn cobró 2,79 millones de euros de Renault en 2011 y 9,92 millones de dólares de Nissan en su año financiero correspondiente, lo que lo convierte en uno de los consejeros delegados mejor pagados de Francia o Japón.