Las técnicas proyectivas son pruebas o examenes que tienen por objetivo investigar la personalidad indiviual. Son instrumentos científicos que revelan aspectos inconscientes de la conducta y que permiten provocar una amplia variedad de respuestas subjetivas. Son pruebas multidimensionales y cuyos resultados son todos válidos ya que no hay respuestas óptimas.
Tratan al hombre como un todo integrado, superando el dualismo cartesiano que reduce al hombre a mente espiritual y cuerpo.
El término proyección tiene que ver con el concepto de Freud como un mecanismo de defensa del sujeto para enfrentar la ansiedad y la culpa debajo de trastornos psicológicos. El sujeto proyecta las percepciones internas que provocan procesos emocionales y que no asumimos como propios por lo que los proyectamos en otros. Son procesos inconscientes para liberar la carga que nos provocan esas emociones o ideas.
Gracias a las técnicas proyectivas se plasma en lo externo los procesos inconscientes a través de respuestas que da el sujeto a los estímulos que se le presentan.
Las técnicas proyectivas investigan no solo el qué de la conducta (la verificación y evaluación de lo exteriormente observable) sino que inquieren en el cómo y el por qué y también el para qué. No se conforman solo con las respuestas obtenidas según el modelo del arco reflejo (estímulo-reacción) sino que su principal objetivo es comprender que factores internos son rozados por el estímulo e influyen en la respuesta. Se esfuerza por adentrarse en la comprensión del núcleo donde estos se originan.
La personalidad del examinador a menudo influye decisivamente en los resultados obtenidos por lo que deben ser administradas y evaluadas por expertos con amplia formación clínica.
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