Los equipos autodirigidos son un modelo de organización del trabajo creciendo en muchas organizaciones. Son los mismos grupos autodirigidos, que diseñan el trabajo a realizar y además se ejecutan la operación. No se organizan con la jerarquía y burocracia tradicional donde cada miembro del equipo realiza una tarea según la complejidad de su puesto, sino que se reparten las tareas dependiendo los deseos de cada miembro del equipo. Las decisiones se toman en forma conjunta pues no hay un jefe o líder que tenga más poder que el resto.
Los equipos autodirigidos no sólo realizan un trabajo determinado en función a un producto o servicio, sino que gestionan ese trabajo por completo.
En lugar de organizar el trabajo según el modelo tradicional de Taylor, reduciendo un proceso en pasos, el trabajo se reestructura alrededor de todo el proceso. Tiene que haber interdependencia y responsabilidades compartidas para obtener resultados.
Mientras el sistema habitual reduce las habilidades requeridas en cada nivel del trabajo, provocando tedio y aburrimiento en las categorías de puestos más bajas, el sistema de equipos auto gestionados, integran las necesidades de las personas con el trabajo que hay que realizar.
Este concepto (diseñar el sistema de trabajo con la participación total de la gente que realizará el trabajo) ha ayudado a la productividad de muchísimas organizaciones desde la década de los ’90. Las empresas redistribuyen el poder, la autoridad y la responsabilidad entonces la gente que trabaja cercana al cliente o al productor final o resultado tienen la capacidad de tomar decisiones.
Los equipos autodirigidos, representan un enfoque de diseño organizacional que va más allá de los círculos de calidad o la resolución de problemas.
Estos equipos hacen que los mandos enseñen, coacheen, desarrollen y faciliten más que simplemente dirigir y controlar.
Los equipos autodirigidos se utilizan para sistemas de trabajo donde se exige un alto desempeño individual y grupal.
La revista Business Week publicó un estudio que decía que los grupos autodirigidos son entre un 30 y un 50% más productivos que los equipos convencionales.
Algunos ejemplos de empresas que atribuyen mayores resultados de productividad a las ventajas de tener equipos autodirigidos.
AT&T: Aumentó la calidad de su servicio operativo un 12%
Federal Express: Eliminó errores del servicio un 13%
J&J: Obtuvo reducciones de inventario en 6 millones de dólares
S. Life Insurance: Tuvo un 33% más de volumen de trabajo ahorrando 200.000 dólares por año
Estas son algunas ventajas de los equipos autodirigidos:
Mejora de la calidad, productividad y servicio al cliente
Más flexibilidad
Reducción de costos operativos
Rápida respuesta al cambio tecnológico
Mayor respuesta a las necesidades de los trabajadores
Aumento del compromiso del empleado con la organización
Habilidad para atraer y retener a las mejores personas
La aparición de equipos autogestionados obliga a las empresas a repensar un conjunto de factores que componen la cultura organizacional. Para que existan los equipos autogestionados, tiene que haber un clima laboral que fomente el empowerment, la toma de decisiones de los trabajadores en cuanto a su trabajo diario, debe darse un cambio en la supervisión y control, se trabaja por proyectos y por desempeño no por horario o tarea asignada, entre otros.