MADRID. La flexibilidad horaria es la medida más utilizada por las empresas españolas para promover la conciliación de la vida profesional, familiar y personal de sus empleados, según se desprende de un estudio de la agencia de comunicación CVA sobre las Políticas de Flexibilidad en España.
El estudio –que recaba información de las 1.831 empresas españolas que participaron el año pasado en el VIII Premio Empresa Flexible organizado por CVA–, concede la mejor puntuación a las compañías de menos de 50 trabajadores por su implantación de la flexibilidad horaria.
Así, en esta categoría, el 13,34 por ciento (frente al 17,74% del pasado año) reconoce no tener “nada de flexibilidad horaria”; el 18,76 por ciento dice tener “algo de flexibilidad”; el 45,4 por ciento, “bastante flexibilidad”; y el 22,5 por ciento, un horario de entrada y de salida “totalmente flexible”.
Las empresas medianas son las peor posicionadas ya que el 20,62 por ciento reconoce “no contar con flexibilidad horaria”; el 25,32 por ciento afirma tener “alguna medida”; el 43,1 por ciento, “bastantes medidas” y el 10,96 por ciento dice ser “totalmente flexibles”. En el caso de las empresas de más de 250 trabajadores, las cifras son del 19,74 por ciento, el 20,28 por ciento, el 40,94 por ciento y 19,04 por ciento, respectivamente.
Por sectores de actividad, las del sector financiero, las relacionadas con la producción y distribución de electricidad, agua y gas y las relacionadas con los servicios empresariales son las que gozan de más medidas de flexibilidad horaria, frente a la industria manufacturera, la hostelería, las empresas sanitarias y de servicios sociales y las agrícolas y ganaderas.
Por comunidades autónomas –a excepción de Ceuta y Melilla–, las empresas de La Rioja, Castilla-La Mancha, País Vasco, Extremadura y Andalucía son las menos flexibles de España, mientras que las más flexibles son Murcia, Castilla-León, Galicia y Madrid.
Respecto a otras medidas utilizadas, las compañías también optan por las reducciones de jornada, las excedencias y los contratos a tiempo parcial, aplicadas para fomentar la productividad, reducir el índice de absentismo o mejorar el clima laboral, según las empresas encuestadas.
Por el contrario, el documento califica de “asignatura pendiente” la falta de implantación de programas de sustitución para estos empleados para que su ausencia no repercuta en el resto de la plantilla.
MENOS AYUDAS PARA EMPLEADOS CON MAYORES
Por otro lado, el estudio constata una disminución de las ayudas económicas para empleados con mayores y discapacitados dependientes a su cargo. En cualquier caso, y a pesar del impacto negativo de la crisis económica en los resultados de las empresas, se ha incrementado el porcentaje de aquellas que ofrecen a sus empleados medidas como seguro de vida, seguro médico o plan de pensiones, así como servicios nuevos para la búsqueda de empleo.
Asimismo, ha aumentado el número de empresas que ofrece ayudas a empleados con hijos menores de tres años, además de las que ofrecen permisos de maternidad y paternidad más allá de lo estipulado por ley. El documento también destaca las medidas de “retribución en especie” utilizadas por las pequeñas empresas como el ‘cheque restaurante’, la ayuda en nómina o la comida subvencionada en el comedor de la empresa.
Respecto a las medidas de ‘coste cero’, el estudio lamenta que “son poco utilizadas” ya que el número de empresas que las aplican “crece muy lentamente”. En cualquier caso, las más habituales son la política de ‘luces apagadas’ o no convocar reuniones al final de la jornada.
Por último, en el apartado de cultura flexible, las empresas de la muestra ofrecen “un profundo convencimiento” de que las medidas de equilibrio de la vida profesional, personal y familiar son “indispensables” para mejorar los resultados porque “impactan positivamente en el desarrollo de la estrategia”. También se revela que estas medidas son reconocidas positivamente por su impacto en el clima laboral y su “eficacia” para atraer y retener el talento.