Unos 1, 3 millones de españoles sufren mobbing en sus trabajos, un tipo de estrés que puede generar problemas de salud mental graves, como depresión, ansiedad o incluso somatizaciones, como dolor de cabeza o de estómago.
Hace unos días se llevaron a cabo en Baleares las I Jornadas de Medicina de Familia y del Trabajo, donde se trató este tema, que es considerado una de las categorías más graves de estrés que puede sufrir una persona, según explicó el psiquiatra del Hospital Son Dureta, Miguel Lázaro.
El mobbing se caracteriza por conductas hostiles y humillantes para con el trabajador por parte de una persona jerárquicamente superior.
Uno de los datos más llamativos, y reprobables, es que algunas compañías acuden a esta práctica para evitar indemnizaciones por despidos.
"En algunas organizaciones se contrata a personas con un perfil agresivo para que aplique estas conductas, favoreciendo que el trabajador afectado abandone el trabajo por su cuenta" , contó Lázaro.
El que ejerce la conducta represiva y hostil suele ser una persona narcisista, paranoica, insegura y psicopática. "Hoy en día prima la competitividad, el egocentrismo, el individualismo y el narcisismo" , añadió el experto con respecto a los valores que imperan en la sociedad actualmente, los cuales favorecen este tipo de acosos.
"La respuesta al estrés producido por el mobbing varía en función de la personalidad y del entorno social. Las personas con predisposición genética y biológica puede reaccionar con trastornos psicosomáticos, crisis de pánico, crisis de ansiedad o depresión, llegando algunas incluso al suicidio" , ha explicado.
El problema no es menor, por ello, la Sociedad Balear de Medicina Familiar y Comunitaria y la Sociedad de Medicina del Trabajo y Salud Laboral, en colaboración con Pfizer, han dedicado un espacio para su abordaje y prevención en las I Jornadas de Medicina de Familia y del Trabajo.
En este encuentro se coincidió en que es muy importante informar y formar a todos los profesionales sanitarios implicados en esta problemática, médicos de atención primaria, especialistas del ámbito laboral y asistentes sociales.
Con el fin de concienciar sobre el impacto de este tipo de acoso, Lázaro ha propuesto aplicar un contrato ‘ antimobbing’ con el que se comprometan a denunciar estas conductas y así poner de manifiesto la gravedad de los hechos.
"Una compañía en la que se hace mobbing tiene una elevada toxicidad grupal, ya que, además de afectar a las personas que la padecen y aumentar el absentismo laboral, favorece una mala imagen y la reducción de su productividad" , concluyó.