BUENOS AIRES. De acuerdo a la última edición del Edelman Health Barometer (encuesta anual realizada por la firma Edelman a nivel mundial) globalmente las personas creen que sus amigos y familiares son tan responsables por su salud como sus médicos. Cerca de la mitad de los encuestados (43%) piensa que, sus amigos y familiares tienen un impacto muy importante es sus estilos de vida, especialmente en lo relacionado a la salud. A su vez, más de la tercera parte de ellos (36%) cree que estos grupos impactan en su nutrición.
Adicionalmente, las herramientas digitales pueden ser utilizadas para apoyar los buenos hábitos de salud. El 51% de los encuestados expresaron que se han volcado hacia fuentes de información digitales para tomar decisiones que tengan que ver con su salud, mientras que solo el 20% de la población usa actualmente herramientas, dispositivos o aplicaciones para controlar su salud. El 68% de estas personas reconocieron que estas tecnologías ayudaron a mejorar su salud.
Sumado a esto, los resultados evidenciaron que las personas que poseen un estilo de vida saludable no logran relacionarse con otras no tan saludables, quienes podrían beneficiarse de su ejemplo, conocimiento y apoyo. Además casi un tercio de la población (31%) – sobre todo los que tienen comportamientos más saludables – tienden incluso a distanciarse de los amigos que tienen conductas no saludables. Sin embargo, una proporción aún mayor de los encuestados (44%) no tiene en cuenta su salud en sus relaciones sociales. Este grupo suele tener comportamientos menos saludables, se informan menos sobre temas de salud y son menos propensos a mantener en el tiempo hábitos saludables.
La naturaleza social de influir en la salud del otro fue uno de los hallazgos más importantes de esta encuesta realizada por Edelman, en la cual participaron más de 15.000 personas de 12 diferentes países. Los resultados fueron presentados a principios del mes en el 14° Foro de Europeo de Salud en Bad Gastein, Austria. "Queramos decirlo o no, influimos en la salud pública y personal en todos los aspectos de nuestras vidas", comentó Nancy Turett, Presidente Global de la Práctica de Salud en Edelman. "La salud – ya sea buena o mala – puede trasmitirse a otros, y es responsabilidad de todos, especialmente aquellos que tenemos roles de liderazgo en cualquier sector o industria, actuar para mejorar la salud en general".
De la intención a la acción
La encuesta reveló que existe una brecha entre el deseo de ser saludable y la habilidad de cambiarlo. Más de la mitad de los encuestados tiene al menos un comportamiento negativo para su salud, como por ejemplo, la mala nutrición, la falta de ejercicio o el consumo de tabaco. Si bien más del 62% de los encuestados afirmaron haber intentado cambiar un comportamiento negativo, la mitad de ellos fallaron, principalmente por adicción/dependencia y la falta de disfrute o resultados inmediatos. La falta del apoyo continuo de amigos y familiares contribuye a la incapacidad de hacer cambios saludables permanentes.
“Los individuos tienen una poderosa influencia no solo en sí mismos sino también en quienes los rodean”, explicó Nick Fahy, ex jefe de la Unidad de Información de la Salud, la Dirección General de Sanidad y Consumo de la Comisión Europea, y Asesor Principal de Políticas de Salud para Edelman, “debemos estar alertas al impacto que podemos tener. Así como los malos hábitos de salud pueden propagarse por las redes sociales, también pueden hacerlo los buenos hábitos”.
Una obligación y una oportunidad para las instituciones
Cuando se indagó sobre el impacto de las empresas y el gobierno sobre la salud, los encuestados respondieron que ambos tienen el menor impacto positivo en la salud cuando se los compara con individuos, familia, amigos u organizaciones no gubernamentales.
A nivel global, el 82% de los encuestados creen que es importante que las empresas mejoren y contribuyan a la salud de la comunidad – sin embargo, solo el 32% manifestó que creen que las empresas están haciendo un buen trabajo. La gente quiere que las empresas inviertan en salud de distintas maneras específicas, incluyendo educación, innovación, y mejorando la salud de los empleados y sus comunidades.
“Es clave que las empresas en América Latina incrementen su compromiso para mantener y mejorar la salud de la población y que lo hagan con un apoyo especializado y profesional. Cuando las empresas demuestran su compromiso con la salud inmediatamente aumenta su credibilidad y esto consolida su licencia moral para operar y generar retornos positivos para el país” manifestó Harold Hamana, Director Regional de Salud de Edelman.