CIUDAD DEL VATICANO- Las alarmantes cifras de personas que padecen patologías de vista marcan la necesidad de redoblar los esfuerzos para afrontar solidariamente esta emergencia sanitaria, constata el cardenal Javier Lozano Barragán.
Presidente del Consejo Pontificio para
Por parte de
Igualmente considera positivo el dato de que, en el bienio 2000-2002, la cifra de personas afectadas de ceguera o de reducción de la vista fuera inferior a las previsiones que se habían hecho en años precedentes, sobre todo en los países en vías de desarrollo.
«Todo esto es una confirmación ulterior de cuánto la conciencia del peligro y la prevención de las enfermedades que amenazan la vista es un arma indispensable en la lucha contra la ceguera previsible y, por lo tanto, evitable», subraya.
Pero, como recuerda el purpurado, existen también datos alarmantes de
Y tampoco «el buen resultado registrado en cuanto a la ceguera previsible» es «definitivo»: «el número de personas afectadas es aún muy elevado y, sobre todo, la pobreza está cada vez más difundida en muchas y vastas áreas del mundo».
Elementos que tienen su traducción concreta: «el 90% de los 37 millones de ciegos y de los 124 millones de personas con reducción visual del mundo están concentrados en los países pobres», recalca el purpurado.
«Tal situación complica más todavía la modernización de los sistemas sanitarios de base: una tarea del todo desmedida». De ahí la necesidad -prosigue- «de redoblar los esfuerzos no sólo de sensibilización, sino también de generosa y eficaz solidaridad a fin de llevar a buen puerto, sin obstáculos, el programa Vision 2020».
Es un generoso compromiso respecto al cual
Ya tuvo ocasión de recordarlo el purpurado el pasado marzo, en Roma, en el Simposio Internacional sobre la «Rehabilitación visual y capacidad visual»: «…
Haciéndose cercano a cuantos sufren patologías de la vista, el dicasterio dirige también una palabra a «cuantos sufren otra forma de ceguera, la del espíritu, en una sociedad en la cual se ven sólo los bienes materiales, a fin de que también ellos abran los ojos y vean más allá de estos intereses inmediatos, se abran a Dios y a los hermanos necesitados y, solidariamente, atiendan a los hermanos enfermos de la vista física como signo de viva fraternidad», concluye.
«Vision 2020: el derecho a la vista» es una iniciativa conjunta de
Ocasión internacional para una celebración de los esfuerzos de las organizaciones e instituciones en todo el mundo que se dirigen a la cuestión de la ceguera evitable,
Más información: http://www.v2020.org/