OVIEDO/AVILÉS. La multinacional de aluminio Alcoa anunció hoy a los sindicatos la decisión de la compañía de parar nuevas instalaciones de la planta de Avilés.
En esta ocasión la compañía parará de manera inmediata media serie de electrolisis –de las dos existentes en Avilés– y la producción de la planta de reciclado de refusión de chatarra, que unida a las anteriores paradas supondrán una reducción de "en torno a un tercio de la producción de la planta respecto a 2008".
Según informó a Europa Press el presidente del comité de la planta avilesina, Damián Manzano, las razones esgrimidas por la multinacional siguen siendo las mismas. "Nos dicen que los motivos son económicos, que la evolución del mercado sigue siendo negativa a pesar de las medidas adoptadas anteriormente y que se ven obligados a tomar nuevas medidas", dijo Manzano, que indicó que según la compañía "los precios del aluminio siguen bajando y el ‘stockaje’ de lo que se produce no se vende".
La multinacional del aluminio explicó a los representantes del comité que a pesar de que la parada de las instalaciones se llevará a cabo de manera inminente no tienen intención de aplicar un Expediente de Regulación de Empleo, ERE, sino que las medidas que afectarán al personal no serían traumáticas. Los representantes de los trabajadores reclamaron que estas medidas no supongan la desvinculación de ningún trabajador de la planta de Avilés.
"Parece que no tienen pensado presentar un ERE, pero tampoco saben que medidas adoptarán", explicó Manzano, que añadió que el comité ha exigido que en cuanto se conozcan más datos y decisiones se informe de manera inmediata a los representantes de los trabajadores.
Además, desde el comité de empresa insistieron en que, al igual que con las anteriores paradas de instalaciones, existen alternativas para no tener que prescindir de ningún trabajador y así se lo hicieron saber a la compañía.
El comité exigió además conocer los datos concretos de reducción de producción en toneladas y la duración de las paradas, que "inicialmente se programa para doce meses a la espera de la evolución del mercado".
Las instalaciones de Avilés no son las únicas afectadas por las medidas adoptadas por la Compañía, que también contempla reducciones de producción en las plantas de A Coruña y San Ciprián (Lugo).