En esta época de gran agitación económica, cientos de trabajadores han perdido sus empleos a causa de la reducción y reorganización de las empresas, los despidos, las fusiones y las quiebras. Millones de trabajadores han sido transferidos para realizar tareas que no les son familiares dentro de sus compañías y se preguntan cuánto tiempo más tendrán empleo. Sumado a las presiones que de por sí ya enfrentan los trabajadores están sus nuevos jefes, el control de la producción por computadora, menos beneficios de salud y jubilación y la sensación de que deben trabajar más tiempo y más arduamente sólo para mantener su posición económica actual. Los trabajadores en todos los niveles experimentan una mayor tensión e incertidumbre y están constantemente actualizando su currículum.
La pérdida de un empleo puede ser devastadora, y los trabajadores desempleados están expuestos a problemas de salud física, tensiones maritales, ansiedad, depresión e incluso suicidio. La pérdida de un trabajo afecta todos los aspectos de la vida, desde la hora de levantarse en la mañana hasta a qué personas ve y lo que puede hacer. El estrés es crónico hasta que se realiza la transición a un nuevo puesto.
Una sensación de impotencia
La sensación de impotencia es una causa universal de estrés en el trabajo, cuando se siente que no puede hacer nada al respecto, lo asaltan además la indefensión y la desesperanza, usuales compañeros de la depresión. Usted no altera ni evita la situación porque siente que nada puede hacerse.
Las ocupaciones de mayor estrés marcadas por la necesidad de responder a las exigencias y horarios de otros, con poco control sobre los eventos incluyen a secretarias, camareras, gerentes medios, policías, editores y estudiantes de medicina haciendo el internado. En esta situación laboral son comunes las quejas de tener demasiada responsabilidad y muy poca autoridad, prácticas de trabajo injustas y descripciones inadecuadas de las responsabilidades del trabajo. Los empleados pueden contrarrestar estas presiones a través de sindicatos u otras organizaciones laborales, oficinas de reclamos o de personal o, más comúnmente, mediante negociaciones directas con sus supervisores inmediatos.
La descripción de su trabajo
Cada empleado debe tener una descripción específica y por escrito de las responsabilidades de su trabajo. El simple hecho de negociar una descripción de trabajo, hace más para disipar la sensación de impotencia que cualquier otra cosa que conozcamos. Es un contrato que usted ayuda a redactar. Puede hacer objeciones e insistir en lo que desea. Si hay consentimientos, es porque usted estuvo de acuerdo con ellas. Con una descripción de trabajo definida, sus expectativas están explicadas en detalle, al igual que las de su jefe.
Una buena descripción de trabajo tiene fecha de término. Establezca una fecha específica para una revisión basada en su experiencia mutua con esta descripción de trabajo inicial. Si usted y su jefe no pueden ponerse de acuerdo con respecto a cuál debe ser su descripción de trabajo, busque otro empleo, ya sea dentro de la misma compañía o fuera de ella. Incluso en estos tiempos difíciles en la economía, es importante que su trabajo sea una fuente de satisfacción y respeto.
Cuando usted se siente como un "sapo de otro pozo" en su trabajo
Recuerde el viejo dicho: "Busca un trabajo que te agrade y nunca trabajarás otro día en tu vida". La mayoría de las personas pasan el 25 por ciento de sus vidas adultas trabajando. Si usted disfruta de lo que hace, tiene suerte. Sin embargo, si encuadra en el proverbio de ser "un sapo de otro pozo" en su trabajo, el estrés laboral perjudica su productividad y tiene un efecto negativo en su mente y su cuerpo.
Hay muchos motivos para seguir en un empleo que no es el adecuado para usted o que no es de su agrado en particular. Un motivo puede ser las "esposas de oro": tener un sueldo, pensión, beneficios y "beneficios extras" que lo mantienen atado a un empleo al margen de las consecuencias del estrés.
Muchas personas tienen empleos que no les agradan o en los que no se desempeñan bien. La respuesta rápida es obtener un trabajo que le agrade o que esté más acorde con sus habilidades, capacidades e intereses; claro que esto es más fácil decirlo que lograrlo. Algunas personas no tienen idea de qué tipo de trabajo les agradaría o cuál sería mejor. Peor aún, no tienen la menor idea de cómo buscar esta información.
Sucesos traumáticos en el trabajo
Algunos trabajos son espificamente peligrosos y otros pueden convertirse en eso de repente. El personal de justicia criminal, los bomberos, los conductores de ambulancias, el personal de las fuerzas militares y los equipos de rescate presencian muchas escenas terribles y están expuestos al peligro personal en forma rutinaria. Ellos suelen manejar dichos incidentes con capacidad. No obstante, un episodio malo en particular quedará en ellos ocasionalmente, y aparecerá en forma de escenas retrospectivas y pesadillas. Esto puede estar seguido de dificultad para dormir, culpa, miedo y dolencias físicas. Hasta los empleos comunes pueden volverse traumáticos: por ejemplo ante amenazas físicas a un empleado por parte de compañero de trabajo, jefe o cliente, el choque de un ómnibus en un viaje de estudio, un robo a un empleado o que lo tomen de rehén, un tiroteo. Estos hechos pueden crear el Trastorno de Estrés Postraumático (PTSD por sus siglas en inglés) y derivar en reclamos de compensación laboral si los trabajadores no reciben tratamiento de un especialista en traumas.
Entorno laboral
A veces el entorno laboral crea estrés físico debido al ruido, falta de privacidad, iluminación deficiente, mala ventilación, control deficiente de la temperatura o instalaciones sanitarias inadecuadas. Los entornos donde reinan la confusión organizacional o un estilo de administración sumamente autoritario, excesivamente liberal o centrado en las crisis son psicológicamente estresantes.
Tome acción a través de organizaciones laborales o empleados para alterar las condiciones de trabajo estresantes. Si esto no funciona, intente en los tribunales, que se han vuelto mucho más abiertos a las quejas de condiciones de trabajo estresantes. Las normas recientes generaron presión para que los empleadores ofrezcan entornos de trabajo que tengan el menor nivel de estrés posible.
La Administración de Salud y Seguridad Ocupacional (OSHA, por sus siglas en inglés) es el organismo federal encargado de controlar el entorno de trabajo en beneficio de la salud y seguridad laboral. Si piensa que su entorno de trabajo es peligroso para su salud y seguridad desde un punto de vista físico, comuníquese con OSHA.
Si nada ayuda y el entorno de trabajo continúa siendo estresante, ponga en práctica sus opciones de "escaparías" y búsquese otro empleo. La búsqueda de trabajo puede ser estresante, en especial en tiempos de gran desempleo, pero sentirse atrapado día tras día en el trabajo es mucho peor.
Adaptado de The Stress Solution de Lyle H. Miller, Ph.D., y Alma Dell Smith, Ph.D.