BEIJING. El ministro de Recursos Humanos y Seguridad Social, Yin Weimin, calificó hoy de grave la situación del empleo en China, aunque anunció un ligero aumento de los puestos de trabajo en enero y febrero.
Yin explicó que un gran número de trabajadores emigrantes del campo a las ciudades perdieron sus trabajos desde que se inició la crisis global y las industrias que emplean a una gran mano de obra han sido víctimas de la situación.
De acuerdo con cálculos oficiales, hasta 20 millones de trabajadores han tenido que regresar a sus aldeas y pueblos natales desde las grandes ciudades ante el cierre de sus industrias.
El gobierno ha hecho un llamado a los poderes locales para tratar de garantizar alguna forma de ocupación laboral a quienes retornan a causa de la crisis mundial.
Según el ministro de Recursos Humanos, una serie de medidas tomadas por las autoridades para revertir la situación han comenzado a mostrar sus primeros efectos.
Ante todo parece haberse detenido la tendencia a la baja en las cifras de empleo en las ciudades, por ahora de manera moderada, pues el número de nuevos trabajadores creció en 690 mil en enero y en 930 mil en febrero, explicó Yin Weimin.
Esos datos representan un incremento en comparación con los 550 mil empleos nuevos en noviembre y 380 mil en diciembre.
Es tan sólo un crecimiento del uno por ciento, pero resulta una buena noticia, dijo el funcionario.
También advirtió contra un exceso de optimismo y llamó a seguir observando el desarrollo económico en su conjunto para tener una idea clara de la situación.
Dijo que se han tomado medidas para dar prioridad a los seis millones de graduados universitarios que habrá este año, junto a un millón pendientes del año anterior.
El gobierno estimula a los graduados a trabajar en áreas rurales, en barrios urbanos, en pequeñas empresas y le ha solicitado a los institutos de investigación contratar a más universitarios.