Los problemas de Recoletos trascienden las fronteras españolas. El Cronista Financiero, el diario económico argentino propiedad del grupo español, está en pie de guerra. Los trabajadores del diario se encuentran en estado de asamblea permanente e implementarán un plan de acción para denunciar la “política salarial” de Recoletos, un “grupo mediático transnacional de notable rentabilidad”, según señalan. La decisión fue adoptada en el marco de una asamblea general del diario, en la que participó la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (UTPBA).
Según consta en un comunicado colgado de la página de Internet de la UTPBA, los trabajadores y su organización denunciaron en un documento que el grupo periodístico español Recoletos -editor del matutino El Cronista y las revistas Apertura y Technology– dilata la recomposición de los sueldos de su personal y se niega a establecer un piso salarial acorde con las necesidades de sus trabajadores.
“Un grupo multimedia cuyo potencial económico está basado en grandes éxitos editoriales -el periódico deportivo ‘Marca’ es el de más tirada en España junto al diario gratuito ‘Qué!’, además de publicaciones de éxito editorial como ‘Expansión’– considera que la variable de ajuste para consolidar su proyecto editorial en Argentina, es la austeridad salarial y como consecuencia de ello se niega a hacer un propuesta seria a su personal”, enfatizaron.
“Con el discurso “que los números no cierran”, la empresa, a través de su responsable en Argentina el señor Carlos de la Rica y su portavoz, el gerente de Recursos Humanos Jorge Marinovic, desconocen las cifras oficiales del Gobierno, que permiten dar cuenta de la profunda desvalorización de los salarios de los trabajadores de prensa de sus publicaciones. Y proponen, luego de años de no realizar incrementos salariales colectivos, una recomposición inferior al 10%”, han señalado los trabajadores de la empresa en Argentina.
Finalmente, los trabajadores y la UTPBA sostienen su rechazo a cualquier propuesta empresarial que se sustente en “criterios basados en el ajuste sin fin en materia laboral, con el menoscabo de las condiciones de vida de sus trabajadores, definiendo Recoletos, de este modo, una política que no permite visualizar que la única forma de que una empresa pueda relanzarse en la actividad periodística es reconociendo los derechos laborales, profesionales y salariales de los trabajadores”, han concluido.
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