La actividad laboral tuvo en este 2005 un período favorable, con saldo positivo en cuanto a la creación de nuevos empleos y con déficit respecto a la cantidad de trabajadores que se encuentran en situación irregular, es decir, en negro. Así queda expuesto tras conocerse el balance correspondiente al mes de noviembre, con lo cual el resultado final de los doce meses ya resulta inmodificable.
En el undécimo mes del año quedó un margen a favor de 208 puestos de trabajo, consecuencia de 720 nuevos empleados y 512 bajas, con lo cual ascienden a 2.413 en lo que va del año, fruto de haberse registrado 5.560 altas y 3.147 bajas.
El mayor porcentaje de incorporaciones en noviembre se registró en la actividad comercial, captando prácticamente la mitad de las 720 incorporaciones, mientras que completaron ese cuadro la construcción, metalmecánica, rurales, lácteos y transporte, en el orden referido, teniendo así una idea muy clara y precisa sobre los sectores que están incorporando mayor cantidad de mano de obra.
Dentro de este contexto, continúa teniendo una marcada presencia el trabajo en negro, que a nivel nacional -según datos del INDEC- se encuentra en 46 por ciento de los activos, estimándose que también aquí en Rafaela estaría dentro de esos parámetros.
Una prueba concreta sobre el particular, la aportó el trabajo consistente en inspecciones efectuadas por la Delegación Rafaela de la Secretaría de Trabajo, que durante el mes de noviembre verificó la situación de 84 trabajadores, de los cuáles hubo 29 que estaban sin inscribir como corresponde, es decir, en negro.
Esa constatación significó -para el citado mes, se deja en claro- una participación del 35 por ciento de trabajadores en negro.
Aún con este aspecto negativo del trabajo irregular, algo que es generalizado en toda la Argentina, el mercado laboral de nuestra ciudad tuvo este año un ciclo positivo, ya que mantuvo a través de sus once primeros meses -descontándose que otro tanto acontecerá en el presente diciembre- saldo positivo en cuanto a las altas sobre las bajas, arrojando por lo tanto un saldo positivo, hasta ahora, de 2.413 nuevos empleos.
De tal modo, se consolida la tendencia que ya se había registrado en 2004, y también en el período precedente, quedando superada aquella severa crisis laboral de comienzos de la década, cuando se produjeron despidos masivos en algunas empresas y el cierre de otras.
Rápidamente el ritmo de trabajo y crecimiento fue retomado, llegándose ahora a un porcentaje menor a los dos dígitos en cuanto a desocupación en esta ciudad, según lo estableció la Encuesta Permanente de Hogares.
De todos modos, si bien la recomposición laboral se mantiene firme y en alza permanente, hay problemas que se sostienen, pues aquí continuamos teniendo alrededor de 6.500 personas que no tienen ocupación estable, reflejándose claramente en la entrega de bolsones alimentarios, como así también los subsidios conocidos como jefes de hogar, y también la nutrida asistencia de algunos comedores comunitarios.
Es evidente que conviven aspectos positivos y negativos dentro de toda esta perspectiva del ámbito laboral, pero también es cierto que aún cuando nunca se debe cejar en la aspiración de alcanzar una situación más favorable, casi idealizada, debe reconocerse que la mejoría lograda ha sido constante en estos tres últimos años, retornando a Rafaela – también en este aspecto- a un plano destacado dentro del marco nacional, habida cuenta de la existencia del índice de 9,8% de desempleo, de acuerdo con las mediciones del primer semestre.
Justamente este, el de la falta de trabajo, ha sido la causa principal para el desabarranque que sufrió el país en materia de pobreza, alcanzando índices realmente escandalosos. La única manera de recomponer la situación, que llevará mucho tiempo de esfuerzos, será con la posibilidad del trabajo.
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