MADRID. El espionaje de las empresas a sus propios trabajadores acaparó casi el 30% de la labor de los detectives privados en España el pasado año, según datos facilitados hoy por la el Grupo Winterman, una de las principales agencias de investigación del país.
La investigación de altos directivos, la obtención de información de empleados para la elaboración de informes de reputación o la vigilancia del uso del correo electrónico de los trabajadores para evitar posibles fugas de información suponen un 27% de los más de mil casos que pasaron en 2008 por Winterman, según han confirmado a Efe fuentes de la empresa.
De hecho, las investigaciones corporativas y la persecución de fraudes mediante nuevas tecnologías -tanto a personal interno como a empresas externas- centraron el trabajo de los detectives, al alcanzar, cada una, un 27,50% del total de las investigaciones.
Esto supone un incremento del 18% y 20% de los casos, respectivamente, con respecto al año pasado.
Así, estas cifras suponen un claro cambio de tendencias ya que en 2007 las investigaciones de fraude de las empresas de seguros y las investigaciones laborales, centradas en el absentismo laboral, eran la principal tarea de los detectives (este año son el 20% y 23%).
Las indagaciones a trabajadores internos se desglosan del siguiente modo: un 55% de las investigaciones por nuevas tecnologías (un 15,12% del total), un 30% de las investigaciones laborales (5,5% del total) y un 20% de las investigaciones corporativas, a altos directivos (un 6,9% del total de investigaciones).
"La coyuntura de crisis económica ha hecho variar nuestro trabajo del día a día", ha señalado el director general de Winterman, Enric Vilamajó.
El 2% de investigaciones restante corresponde a la indagación de secuestros, desapariciones y al seguimiento relacionado con infidelidades.