El fabricante catalán de pequeño material eléctrico BJC, adquirido en el año 2008 por Siemens, anunció ayer un plan de reestructuración que incluye el recorte de 125 de los 292 empleos. La empresa dijo que se encuentra en una "grave situación, debido a la drástica reducción de la actividad en el sector de la construcción".
Los ingresos han caído más de un 60% desde el 2007. La empresa anunció que presentará un ERE para reducir la plantilla y anunció que su voluntad es intentar prejubilar y recolocar, en compañías del grupo Siemens o proveedoras al mayor número posible de empleados. Además, prevé simplificar la cartera de productos, con la eliminación de las líneas menos rentables, externalizar algunas actividades y la inversión en procesos de automatización.