BRUSELAS. La Comisión Europea aprobó hoy conceder 1,8 millones de euros del Fondo de Adaptación a la Globalización para ayudar a recolocar a 500 trabajadores del sector textil en Galicia, que han perdido sus empleos como consecuencia de la crisis económica.
El Ejecutivo comunitario responde así positivamente a una solicitud de ayuda enviada por las autoridades españolas que cubría a un total de 703 trabajadores que han sido despedidos por 82 pequeñas y medianas empresas del textil en Galicia.
La ayuda todavía debe ser ratificada por la Eurocámara y por los Veintisiete para liberar los fondos con los que se pretende financiar medidas como la orientación profesional, la formación y reciclaje, la movilidad y formación y la conciliación entre la vida profesional y la privada.
Desde el comienzo de la crisis, las condiciones para acceder a los créditos se hicieron "mucho más restrictivas" para financiar las operaciones del sector, al tiempo que la disminución de la demanda de los consumidores "presionó" a los productores. "Todo ello provocó bancarrotas en la industria textil", según explica el Ejecutivo comunitario en un comunicado.
El despido de los 703 empleados en la confección de prendas de vestir tuvo un impacto "considerable" a nivel local y agravó la situación de desempleo en Galicia. En concreto, representan el 9,68% de los trabajadores del textil en Pontevedra, el 5% en Lugo, el 4,4% en A Coruña y el 2,23% en Ourense.
El comisario de Empleo, Asuntos Sociales e Inclusión, László Andor, subrayó el modo en que esta región ha sufrido los efectos de la crisis y recordó que "se han perdido 32.700 puestos de trabajo en la industria manufacturera entre 2007 y 2009". Las industrias más afectadas han sido el textil (4.414 empleos), la automoción (3.940) y el marítimo (2.098).
Por ello, Andor confió en que la ayuda del Fondo de Adaptación a la Globalización (FEAG) permita ofrecer "nuevas oportunidades" y "facilitar la transición a un nuevo empleo" mediante la formación y apoyo a los trabajadores despedidos.
El Fondo se creó a finales de 2006 para ayudar a las personas que han perdido su puesto de trabajo debido al impacto de la globalización y en junio de 2009 se revisaron sus normas para reforzar el papel del FEAG como instrumento de intervención rápida.
Bruselas estima que desde la puesta en marcha de este mecanismo se ha ayudado a más de 70.000 trabajadores que perdieron su empleo a causa de la crisis en algún Estado miembro.