BRUSELAS. La disparada del desempleo en la Unión Europea (UE), donde unos 4,5 millones de personas perderían su trabajo en 2009 por la crisis, multiplica los pedidos de una reacción más enérgica por parte del bloque, tanto desde patronal y sindicatos como de responsables políticos.
El inicio de la cumbre de jefes de Estado y gobierno de la UE el jueves en Bruselas coincidió con la jornada de huelga y manifestaciones en Francia convocadas por los sindicatos en reclamo de alzas salariales y en defensa de las fuentes de trabajo.
Las cifras son elocuentes: el alza del desempleo parece no tener freno en la Eurozona, con un índice que se situó en 8,2% en enero -un récord desde septiembre de 2006-, en una espiral que afecta particularmente a España, cuya tasa se acerca al 15%.
Según la organización empresarial europea BusinessEurope, unos 4,5 millones de europeos perderían su empleo en 2009 a raíz de la crisis, una cifra que contrasta con las estimaciones de la Comisión Europea, para la cual 3,5 millones de puestos serían suprimidos en la UE este año.
Ante este panorama inquietante, el presidente del Partido Socialista Europeo (PSE), el ex primer ministro danés Poul Nyrup Rasmussen, instó el jueves en Bruselas a la UE a redoblar sus esfuerzos para ocuparse del impacto social de la crisis, criticando a la Comisión Europea por su "inmovilismo".
"Deberíamos concentrarnos en el costo social de la recesión. Tendría que haber muchas más inversiones para conservar los empleos" de los europeos, dijo Rasmussen, agregando que Bruselas "corre detrás de los acontecimientos".
De su lado, España y otros países han pedido a la Presidencia checa del bloque concentrarse más en la cuestión del desempleo, ya que "hasta el momento la UE no se preocupó mucho de las políticas sociales", señaló el jueves el secretario de Estado español para Asuntos Europeos, Diego López Garrido.
La República Checa ha anunciado ya la celebración de una cumbre europea sobre el empleo en Praga el próximo 7 de mayo, pero sus objetivos para la misma no son muy claros.
Al final de una reunión con los responsables sociales europeos y la Comisión, el primer ministro checo Mirek Topolanek precisó que esa cumbre de mayo servirá para "analizar la eficacia de los instrumentos utilizados a nivel nacional y europeo".
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, señaló que no hay que "oponer lo social y la economía", defendiendo la intervención pública en bancos a través de millonarios planes de rescate.
Pero para sindicatos y empresariado, la velocidad con la que empeora la situación del empleo no da lugar a dudas.
En ese sentido, el Comité Económico y Social Europeo, que reúne a representantes del empresariado y los sindicatos, advirtió el martes sobre el carácter "explosivo" del aumento del desempleo para la "cohesión en Europa" e instó a los dirigentes de la UE a actuar en esta cumbre de Bruselas.
Para el secretario general de la Confederación Europea de Sindicatos (CES), John Monks, se necesita una respuesta urgente para evitar "el desplome del empleo", invirtiendo más en la Europa social a través de una ampliación de los sistemas de cobertura del desempleo y una formación continua.
La CES (que representa a 82 organizaciones sindicales en 36 países europeos y 12 federaciones sectoriales) juzga necesario "evitar las reducciones de salarios", que "aumentarían el riesgo de una nueva depresión" económica.