La Corte Suprema falló el lunes por unanimidad diciendo que las universidades que aceptan dinero federal deben permitir el reclutamiento militar en sus recintos, pese a que algunas universidades se quejaron en el Pentágono de la política "no preguntes, no digas" para los homosexuales.
Los magistrados rechazaron un desafío de libertad de expresión presentado por escuelas de leyes y sus profesores, según los cuales no debería obligárseles a asociarse con reclutas militares o promover su aparición en sus campus.
El presidente del máximo tribunal, John Roberts, expresó que las visitas a los recintos universitarios son una herramienta efectiva de reclutamiento militar.
"La mera presencia de reclutadores militares en una universidad no viola el derecho de la escuela de leyes de asociarse, pese a lo repugnante que la escuela de leyes considere el mensaje militar", escribió.
El fallo confirma una ley que exige a las universidades que reciban dinero federal a hospedar a los reclutadores.
Las escuelas de leyes se han convertido en el más reciente campo de batalla sobre la política "no preguntes, no digas" que permite a hombres y mujeres homosexuales servir en el ejército sólo si mantienen en secreto su orientación sexual.
Muchas universidades prohíben la participación de reclutadores de agencias públicas y compañías privadas que tienen políticas discriminatorias.
Los magistrados escucharon los argumentos en el caso en diciembre, y señalaron que estaban preocupados sobre la dificultad del Departamento de la Defensa de llenar sus tropas en momentos en que la nación está en guerra.
"Esta es una victoria importante para el ejército y para la seguridad de nuestra nación", dijo Jay Sekulow, asesor del Centro Estadounidense para las Leyes y la Justicia.
Por su parte, líderes universitarios han dicho que no pueden darse el lujo de perder la ayuda federal, de unos 35.000 millones de dólares al año.