La polémica tras la idea del senador Carlos Ominami de modificar este sistema deja en evidencia lo lejos que está Chile de las economías desarrolladas.
Al debate que ha generado la propuesta del senador socialista Carlos Ominami de modificar el actual sistema de indemnizaciones y fortalecer el seguro de desempleo, se suma ahora un estudio que revela que el costo de las indemnizaciones por año de servicio en Chile, triplica al de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Datos recopilados en el documento “Ley y Empleo: Lecciones de América Latina y El Caribe”, del National Bureau of Economic Research de Estados Unidos, muestran que el costo de este sistema en el país llega a un índice de 2,79, cifra que se ubica por encima de Brasil, Argentina, México, Uruguay y Venezuela, y supera el costo promedio de 2,46 a nivel latinoamericano. Además, está lejos del 0,82 que promedia la OCDE.
Los autores muestran que la brecha aumenta si se compara el promedio de Chile con países europeos nórdicos y economías avanzadas como Japón o Estados Unidos, cuyo costo de indemnización por despido es igual a cero.
Mientras, entre los países cuyo costo por indemnización se acerca más al de nuestro país están naciones como Turquía, Bolivia, El Salvador y España.
Consecuencias
La mayoría de quienes apoyan cambios al régimen vigente argumentan que el actual sistema afecta de manera importante la generación de empleo.
En esta línea, los economistas Jaime Gatica y Pilar Romaguera en el informe “El Mercado Laboral en Chile” sostienen que las indemnizaciones en Chile son altas comparadas con países asiáticos, algunos europeos o Estados Unidos.
Agregan que el sistema de pago de un mes por año de servicio dificulta la reasignación de empleo, impactando negativamente el crecimiento de la productividad. Además, las causas que explican la inflexibilidad en el mercado laboral “requieren de mayor investigación, en particular, requieren ser contrastadas con la evidencia de que al menos para un sector de la economía predominan los contratos de corta duración, a plazo fijo y que existe una alta rotación de trabajadores”.
Es así como, a nivel sectorial, una de las principales consecuencias es que en ninguna rama de la actividad económica el uso de contratos indefinidos supera el 50%.
Europa
El modelo laboral en el norte de Europa es distinto al de los países del sur del viejo continente. De ahí que estos últimos se parecen más a algunos latinoamericanos que a los del primer mundo.
Al respecto, el profesor de Relaciones Laborales de la escuela de negocios IESE de la Universidad de Navarra, Sandalio Gómez López-Egea, señala que en la región del norte “se preocupan más de llegar a compromisos sociales que permitan una formación y adaptación del trabajador a otros puestos de trabajo de manera que le sea fácil encontrar otro empleo”.
El experto afirma que en los tribunales españoles las causas de “despido objetivo” se han multiplicado, dado a que si la justicia falla a favor del empleador, la indemnización es de 20 días por año de servicio con un tope máximo de indemnización de un año, mientras en el régimen tradicional el pago es de 45 días por año con un tope máximo de 42 meses.
Asimismo, explica que en 1997 se logró en España un acuerdo social entre sindicatos y empresarios que dio origen a un régimen paralelo, llamado Contrato de Fomento a la Contratación Indefinida, según el cual la indemnización es 33 días con el tope máximo de 2 años, aunque este tipo de contratos sólo puede ser suscrito para grupos específicos de personas, como desempleados de larga duración y mujeres mayores de 30 años.
Reacciones
Rosanna Costa, economista LyD
“Debemos buscar protección real en el pleno empleo y cambiar el enfoque con que se ha legislado en el plano laboral en los últimos años, ya que el actual sistema genera efectos perversos que perjudican a los propios trabajadores que se deseaba proteger, y otros muy injustos. Es difícil seguir un país como referencia cuando hay que corregir errores y rigieses. Flexibilizar horarios, reducir costos al despido y proteger más con pleno empleo es el camino a seguir y eso se acerca al los modelos neocelandés y americano.
Sugiero además avanzar en el seguro de desempleo en lugar de indemnizaciones, y mantener el desahucio asociado a los problemas de asimetrías de información, así como también en cuentas de ahorros complementarias al seguro de desempleo o de previsión, acordadas masivamente y a todo evento, en tasas acordadas por un porcentaje alto de los trabajadores y con cierto nivel de liquidez”.
Patricio Melero, diputado UDI
“Planteamos una indemnización a todo evento, que consiste en pagar al trabajador si se retira o es despedido la mitad del sueldo que percibe con un máximo de 22 años porque consideramos que no hay incentivos para buscar nuevos empleos ni los que están trabajando a dejarlos y dar oportunidades a nuevas personas. Solo el 10% de los trabajadores está accediendo a la indemnización de 11 meses, eso demuestra que los trabajadores y las empresas están llegando a acuerdos distintos a la ley y muchos de los que trabajan no tienen incentivos para irse o generan situaciones artificiales para que los despidan. La evidencia muestra que la ley no esta funcionando, no está generando los efectos que se están buscando”.
Andrés Montero, director Ejecutivo de InterTrust Head Hunting
“Hoy muchas empresas que, por el costo que significa despedir, no lo hacen aunque esa persona no sea necesaria. Por otra parte hay ejecutivos que están estancados y no buscan cambios por no perder su indemnización, entonces se transforma en un importante elemento de inflexibilidad. Yo en lo personal iría a una disminución de los años, que se rebaje en forma paulatina e idealmente que llegue a nada y lo que si encuentro interesante es que las empresas tengan un premio por permanencia, que la persona mientras pasa contractualmente vaya teniendo un bono por una vez. Ninguna empresa va querer despedir a alguien porque sea un buen funcionario, sino porque no funcionaba o hay un evento externo”.
Claudio Sapelli, economista U. Católica
“La propuesta de Ominami es muy sensata. Entre economistas se ha discutido bastante que hay duplicación entre el seguro de desempleo y las indemnizaciones. Ambos tienen objetivos similares: compensar a la persona que pierde su trabajo. El diseño del seguro de
desempleo es mejor y cumple mas apropiadamente con el objetivo. Por lo tanto podría bajarse sensiblemente la indemnización aunque eso requiere también de algunos cambios de diseño en el seguro de desempleo, entre otras cosas, para que más personas puedan reclamar el seguro. Chile hoy está entre los países con mayores costos de despidos en América Latina y tiene costos mayores al promedio de la OECD. Esto ha tenido como consecuencia encarecer el contrato permanente y a su vez eso ha llevado a una estructura del mercado de trabajo que no es conveniente, las empresas han organizado sus empresas para tener un grupo de personas imprescindibles y un grupo (grande) de prescindibles que rotan con frecuencia, eso justamente porque el contrato permanente es caro.
Adriana Muñoz, diputada PPD
“Este sistema está muy arraigado en los derechos de los trabajadores y es una barrera al desempleo, ya que en la medida que exista los empleadores tiene un freno para despedir. Además, en la medida que buscamos generar empleos tenemos que ir viendo de qué tipo serán, si son precarios o decentes. Creo que uno puede pensar cualquier cambio, pero siempre buscando que el empleo que generemos sea digno. Ahora, cuando logremos tener un sistema de seguro de desempleo bueno, que de verdad fuera una respuesta a los trabajadores, que avance en instalar un sistema de protección podríamos ir pensando en flexibilizar el sistema de indemnizaciones, pero no se puede plantear con la situación actual, en que los trabajadores se demoran 7 u 8 meses en encontrar empleo”.
Evelyn Matthei, senadora UDI
“En ningún caso he señalado que hay que eliminar el actual régimen ya que es un derecho de los trabajadores que está fuertemente arraigado en la cultura de nuestro país, pero sí hay que realizar cambios en la dirección de reducir el sistema de indemnización de un mes por año de servicio, ya que es excesivo, además cuando una empresa enfrenta problemas de competitividad no puede asumir este costo y eso provoca que éstas opten por realizar contratos a plazo fijo o empleados a contrata. Paralelamente, hay que fortalecer y mejorar el seguro de desempleo y, de realizar modificaciones, éstas sólo deberían aplicarse a los nuevos contratos , pero no a los que ya están en curso. Respecto a qué modelo podría seguir nuestro país podría ser Nueva Zelanda, pero claramente no el francés ya que ha generado enormes niveles de cesantía”.Evelyn Matthei, senadora UDI
“En ningún caso he señalado que hay que eliminar el actual régimen ya que es un derecho de los trabajadores que está fuertemente arraigado en la cultura de nuestro país, pero sí hay que realizar cambios en la dirección de reducir el sistema de indemnización de un mes por año de servicio, ya que es excesivo, además cuando una empresa enfrenta problemas de competitividad no puede asumir este costo y eso provoca que éstas opten por realizar contratos a plazo fijo o empleados a contrata. Paralelamente, hay que fortalecer y mejorar el seguro de desempleo y, de realizar modificaciones, éstas sólo deberían aplicarse a los nuevos contratos , pero no a los que ya están en curso. Respecto a qué modelo podría seguir nuestro país podría ser Nueva Zelanda, pero claramente no el francés ya que ha generado enormes niveles de cesantía”.