El titular de la CGT, Hugo Moyano, respondió duramente a los cuestionamientos que recibió de los llamados "gordos" de la central obrera, a los que acusó de tener "cara de piedra", y como contrapartida sostuvo que no renunciará a la conducción sindical.
"No renuncio", aclaró el líder camionero, que dijo estar "podrido" de las amenazas de los gremios opositores a su conducción de no asistir al Consejo Económico y Social, y advirtió: "Si ellos no quieren venir, que no vengan".
La contundente respuesta de Moyano dejó a la mayor representación gremial del país al borde de una nueva ruptura interna, a poco más de dos años de la finalización del mandato del camionero al frente de la CGT.
Pero, según confiaron fuentes consultadas, los antimoyanistas ingresaron en un compás de espera y aguardarán una señal del Gobierno -destinatario final del mensaje beligerante hacia el interior de la CGT- en respuesta a su reclamo de integración en los acuerdos salariales.
Como contragolpe, Moyano dijo que de los "gordos" critican como "si vinieran de otro planeta", y los acusó de haber estado "debajo de la cama" durante la dictadura militar y de haber apoyado a los "gobiernos neoliberales".
Además, señaló que sus rivales son "una minoría" en el Consejo Directivo de la central obrera y defendió su decisión de convertirse en el interlocutor de la CGT en el diálogo con el Gobierno nacional.
"Así se manejaba (Juan) Perón, con (José) Rucci, directamente", advirtió Moyano.
En declaraciones radiales, el sindicalista del gremio de los Camioneros apuntó contra los jefes de los "gordos", al advertir que "se terminó la etapa" de los dirigentes que "llevaron a los trabajadores al desastre durante la década del 90 y en el 2001".
"Estamos en un proyecto que permitió a los trabajadores el crecimiento de su salario, y lo vamos a defender", enfatizó Moyano, al ratificar su alianza con el gobierno nacional.
El titular de la CGT se preguntó "si tienen tanta credibilidad en la gente como para decir lo que dicen", y disparó: "Qué me vienen a hablar estos muchachos, están detenidos en el tiempo, ya fueron".
"No jodamos más, durante el neoliberalismo eran aliados del Gobierno y no defendieron a los trabajadores. Nosotros tenemos el Consejo y el secretariado, que usen las paritarias", desafió.
De esa forma, Moyano respondió a los gremios agrupados entre los "gordos" y los "independientes" de la CGT, que cuestionaron su "personalismo" en la central obrera.
Los disidentes amenazaron con quitarle el poder al camionero, y luego de una reunión en la sede de la UOCRA exigieron una conducción colegiada para participar de la ronda de diálogo con el Gobierno.
Moyano también apuntó contra el gastronómico Luis Barrionuevo, quien dejó la CGT oficial para agruparse en la central obrera llamada "Azul y blanca".
"En más de una oportunidad, se me acercan los mozos y me han pedido pasar a nuestro gremio, no sólo por los salarios sino por el respeto que imponemos a las patronales para que respeten la dignidad de nuestros trabajadores", remarcó.
Pero la falta de contundencia en el reclamo de una salida del camionero de la CGT generó el descontento de Barrionuevo, quien acusó a "gordos" e "independientes" de "arrugar ante el poder de Moyano y del Gobierno".
"Moyano es un problema de ellos y, sobre todo, es un problema de los Kirchner. Tienen que entender que tienen mucho menos crédito que antes del 28 de junio. Sólo a ellos les falta reaccionar", disparó Barrionuevo.
Pero lejos de distanciarse, Moyano defendió su relación con la Casa Rosada y dijo que seguirá apoyando "un proyecto que permitió a los trabajadores el crecimiento de su salario y el respeto a su dignidad, que hoy encabeza la presidente Cristina Kirchner".