"Compré hace unos años unas tierras para construir, pero el mar en esa zona es frío y tiene mucho oleaje, por lo que no resultaba atractivo bañarse", explica este promotor que hace 20 años abandonó su trabajo como bioquímico y nunca había pensado que sus conocimientos científicos serían tan útiles. "La clave era encontrar agua de calidad y mantenerla cristalina. Con la tecnología que hemos desarrollado se gasta menos energía y se usan menos productos químicos", apunta. El presidente de Crystal Lagoons confiesa que ha llegado a un acuerdo con una empresa española en el SIMA, pero que aún no puede hacerlo público, para hacer un desarrollo en una ciudad del interior. Promotores de Dubai, Egipto, Panamá y Brasil ya están trabajando con esta empresa. En Chile, el éxito ha sido fulminante y hay 12 proyectos en curso.
"La política de nuestra empresa es asociarse o bien utilizar un sistema de franquicias", explica, mientras garantiza "paraísos artificiales impresionantes, incluso en zonas inhóspitas". El mantenimiento es una de las principales plusvalías, ya que en superficies tan grandes, con decenas de viviendas vacacionales, los gastos de comunidad por inquilino son muy pequeños.
http://www.elmundo.es/suplementos/suvivienda/2008/538/1210262795.html