Para principios del 2010 eran 2,4 millones los colombianos que no tenían trabajo. En un promedio los índices rondan el 11%, en lugares como la ciudad de Bogotá, pero Pereira es la ciudad con el máximo índice rozando la cifra del 21.2%, mientras la ciudad con menos desempleados es Bucaramanga, en donde el índice llego al 8,7%.
Para mediados de mayo del 2010 las encuestas indicaban que el 47% de los desempleados eran jóvenes, lo que quiere decir que 1.260.000 jóvenes no tenían trabajo.
A mediados de junio del 2010, antes de las elecciones presidenciales, ambos candidatos estaban de acuerdo en hacer una fuerte apuesta y coincidían en la necesidad de impulsar un incentivo para fortalecer el mercado de trabajo en Colombia. Se escuchaba como propuesta la necesidad de crear una entidad encargada de realizar el proceso de intermediación del empleo, como existía hace un tiempo y era conocido como Servicio Nacional de Empleo ( Senalde). Se trataba de un canal de comunicación entre las empresas, que buscan personal y la gente que busca trabajo.
Actualmente esa función se supone que la tiene el Sena, pero la ha relegado a un segundo plano.
También se planteaba como proyecto la creación de una comisión de alto nivel para estudiar el problema del desempleo; de crear una instancia con representación de empresarios, gobierno, trabajadores y expertos en el tema.
Para el mes de julio las encuestas demostraban un 12,6% de desempleo en todo el país, lo que significó 1.5 puntos más que en el mismo mes del 2008, para las 13 áreas metropolitanas la cifra se elevó un poco al 12.8%. Esto significó que para la fecha 2,75 millones de colombianos estaban desocupados.
Las estadísticas del Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas, DANE, consideraron que el subempleo creció en el mes de julio de un 30,2% a un 34.2%. Son 7,43 millones de colombianos que tienen trabajos informales.
Las cifras de este organismo también indican que el número de desocupados pasó de 2 millones 531mil en septiembre del 2009 a 2 millones 335mil en el mismo año del 2010.
Era agosto del 2010 cuando el primer mandatario colombiano, Juan Manuel Santos, anunciaba un plan de choque contra el desempleo. Se impulsó desde acá la ley del Primer Empleo, con el fin de incentivar la contratación de los jóvenes en el mercado laboral. “La prioridad de mi Gobierno será la generación de prosperidad social a través de la creación de trabajo”, aseguró.
Se preveía por septiembre la creación de 2,5 millones de empleos con todas las garantías además de formalizar 500 mil puestos de trabajo, con el objetivo de disminuir la pobreza.
Se puede percibir en el país una brecha importante de productividad entre el campo y la ciudad, que se estima que es del orden del 50%. El salario mínimo significa el 35% del ingreso por habitante en Bogotá. Mientras que en Chocó significa un 120%.
Según estudios de las facultades de económicas de la Universidad Nacional y el Rosario, la informalidad afecta directamente y en forma proporcional con el nivel de educación.
En las primeras semanas de diciembre del 2010 el Gobierno sancionó la Ley de Formalización y Primer Empleo con la finalidad de formalizar más de 500 mil empleos y crear otros 2.5 millones.
El programa establece beneficios para las pequeñas empresas, que tienen menos de 50 trabajadores, que se creen o formalicen después de la vigencia de la ley, se les da la posibilidad de tener un régimen de pagos progresivos del impuesto de renta y parafiscales.
Al hacer un análisis específico de la realidad de los jóvenes en el mercado laboral, se deduce que la tasa de desempleo es del 22,8%, desde hace tres años se puede percibir que esta situación no presenta una mejoría. Esto pone de manifiesto que las personas entre 14 y 26 años son los más vulnerables a esta variable por rango de edad.
Al presidente de la Central Unitaria de Trabajadores CUT, Rafael Molano, le preocupa que este vacío impulse a los jóvenes a caer en la delincuencia, o a unirse a grupos armados o narcotraficantes, “con tantos hombres y mujeres jóvenes inactivos, la guerrilla, los proxenetas, los narcotraficantes tienen con qué hacer su caldo”, dijo.
Se registraron cerca de 1,4 millones de jóvenes que no se encuentran estudiando, ni trabajando, ni buscando empleo.
El Ministerio de Protección Social informó que el 87% de los trabajadores jóvenes carece de protección social en salud, pensiones y riesgos de trabajo y no tiene un contrato laboral formal. Se registró un aumento de los trabajadores jóvenes por cuenta propia en los últimos años. En donde el 75% de estos casos también se dan dentro de un marco de informalidad y sin posibilidad de acceso a la protección social.
Las cifras del desempleo descendieron a 10,6% en el mes de septiembre del 2010 en comparación con el 12.2% que había registrado en igual mes del 2009.
Entre el mes de noviembre del 2010 y enero del 2011, se produjo un descenso significativo del subempleo que significó 3,4% en todo el país, mientras que en las 13 principales ciudades lo hizo en un 8,2%. Esto produjo una reducción de la tasa de desocupación en Colombia en más de un punto porcentual, cayó de 14,6% en enero del 2010 a 13,5% en el mismo mes del 2011.
En cambio en el sector rural se produjo un aumento del desempleo que subió de 8,4% a 9%. En las ciudades la generación del empleo se centró principalmente en el rubro de la construcción, que aumentó 13.4%, en el período noviembre2010-enero2011, frente a un 5,7% que se había presentado en el trimestre noviembre 2009-enero 2010.
Para el mismo trimestre la industria manufacturera se elevó un 6.4%; le siguen la de transporte y la de telecomunicaciones con un aumento de un 5,3%.
El Gobierno se propuso como meta principal llegar a un dígito en 2014. Este objetivo ya está alcanzado para tres ciudades que son San Andrés con un 8,2%; Barranquilla con 9,7% y Bogotá 9,8%.
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