Washington será esta vez el escenario de las negociaciones, en lugar de Nueva York, pero lo que está en juego para la compañía con sede en Atlanta y sus 6.000 pilotos es lo mismo. Durante dos semanas de reuniones Delta solicitará a un panel de arbitraje formado por tres personas que anule el actual convenio colectivo acordado con los pilotos, de tal forma que pueda establecer recortes salariales por valor de 325 millones de dólares anuales (272 millones de euros). El sindicato de pilotos señaló que llamará a la huelga si el convenio es suspendido.

La aerolínea, que se acogió a la Ley de Quiebras estadounidense en septiembre, ya requirió al Tribunal de Quiebras en noviembre que suspendiera el convenio colectivo de los pilotos. Pero poco antes de que el juez tomara una decisión, la compañía y sus pilotos llegaron a un acuerdo interino sobre recortes salariales.

La idea era que el trato de noviembre, que equivale a algo menos de la mitad de la rebaja que la aerolínea pretende efectuar anualmente, sería reemplazado por un acuerdo de largo plazo que las dos partes han ido negociando desde diciembre. Sin embargo, fracasaron en alcanzar un acuerdo por ellos mismos con fecha límite el 1 de marzo, por los que el acso fue llevado ante el arbitraje de las autoridades.

Nada prohíbe a las dos partes continuar con conversaciones durante el arbitraje, aunque tanto la compañía como el sindicato consideran que defienden posiciones muy alejadas. Ambas partes manifestaron su conformidad en que el arbitraje sea vinculante, según los documentos judiciales. No obstante, el sindicato ha afirmado que cree tener derecho al paro si su convenio es retirado, mientras que la compañía sostiene que una huelga sería ilegal.