El desarrollo del liderazgo se refiere a las actividades que mejoran las habilidades, capacidades y confianza de los líderes o futuros líderes. Los programas varían enormemente en complejidad, costo y estilo de enseñanza. El coaching y la tutoría son dos formas de desarrollo que a menudo se usan para guiar y desarrollar líderes.
Según Baldwin y Ford (1988, el éxito del desarrollo del liderazgo está fuertemente influenciado por la calidad del programa, el nivel de apoyo y aceptación de los superiores, y las características / estilo de aprendizaje de la persona que se está desarrollando.
Algunos especialistas diferencian entre desarrollo del liderazgo y desarrollo del líder, el primero se usa cuando se refiere a programas de desarrollo enfocados en el liderazgo colectivo en una organización y el último en individuos.
El desarrollo del liderazgo es un proceso común en la planificación de la sucesión, que tiene como objetivo producir líderes de alto calibre para hacerse cargo de los puestos directivos cuando estén vacantes. Los de alto rendimiento suelen identificarse para estos programas de desarrollo de liderazgo, que pueden ser a más largo plazo y más amplios que los programas que se centran en objetivos finales más estrictos.
Así como muchos temas dentro del campo de los estudios del liderazgo, específicamente, el desarrollo del liderazgo y su impacto forma parte de un gran debate. Fomentar la capacidad de liderazgo es vital para mejorar la productividad, el desarrollo de equipos, la calidad y la mejora continua en toda la compañía.
El principal argumento a favor de la efectividad del desarrollo del liderazgo es la pregunta de que si se puede o no desarrollar líderes. Las teorías más antiguas sobre el liderazgo proponen que los grandes líderes emergen de una combinación innata de habilidad y características de la personalidad. Diversas teorías posteriores critican este argumento señalando que los comportamientos y competencias de un líder pueden ser aprendidas o adquiridas a lo largo del tiempo.
El desarrollo del liderazgo en la actualidad, se sitúa en un intermedio entre las dos teorías anteriores, y concibe que muchas competencias para el liderazgo como habilidades para la comunicación, pensamiento estratégico y autoconciencia (self-awareness) pueden ser desarrolladas. Características de la personalidad como la dominancia y la sociabilidad son menos susceptibles al cambio e influirán en el tipo de estilo de liderazgo adoptado.
A su vez, la efectividad relativa de cualquiera de estos estilos será determinada por un conjunto de factores situacionales y contextuales.
El desarrollo del liderazgo debe estar alineado a la cultura organizacional según varios autores (Mintzberg 2004 y Gosling) con el contexto de la empresa, objetivos del negocio y una amplia variedad de factores.
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