BUENOS AIRES. El desempleo en el sector de la construcción ya trepa al 35% en la provincia de Buenos Aires, inclusive los índices del cuestionado INDEC en febrero demostraron que las obras de infraestructura tuvieron una fuerte caída de un 12,4%, en términos interanuales y desestacionalizados.
El parate se da tanto en la ejecución de obras públicas como privadas y es consecuencia de la incertidumbre en la que se encuentran los inversores, en el caso de las empresas privadas, y a la falta de financiamiento del Estado en las obras públicas.
Históricamente se sostiene dice que el primer gremio que funciona como “indicador” de las crisis es el de la construcción, sumado a que es uno de los sectores que ocupa mayor cantidad de mano de obra. La debacle económica mundial generó un gran enfriamiento en la actividad económica de dicho gremio, que terminó 2008 con su menor ritmo de expansión de los últimos seis años. La provincia de Buenos Aires está sintiendo esos efectos.
Un relevamiento de Apymeco que reúne a empresas pymes de la construcción de la provincia de Buenos Aires indicó que en el caso de las obras privadas en La Plata, se observa una clara caída de la construcción por la indecisión de los inversores, fundamentalmente.
Existe consenso en que las obras en ejecución van a ritmo lento por la inseguridad de los que ya se embarcaron a construir, no hay inversores ni tampoco créditos para acceder a viviendas.
En cuanto a la obra pública, comentan los constructores que el Gobierno trata de recomponer la economía en función de la obra pública por lo que lanzó a principio de 2009 un monumental plan de obras públicas con el objetivo de mitigar las consecuencias de la crisis financiera global en el sector, pero “ seguimos con problemas en los pagos, y los atrasos van de 3 a 6 meses”.
El ritmo de la obra pública también se desaceleró, y las licitaciones nuevas que salen fracasan por la inseguridad con la que deben enfrentarlas los inversores.
Durante el primer bimestre del año, el sector acumuló una caída del 2,8%, luego de retroceder un 2% en el cuarto trimestre de 2008. Se frenaron también los proyectos privados de edificación en medio de las complicaciones derivadas de la crisis internacional, provocaron numerosos casos de suspensiones de obreros que se acumularon desde principios de 2008 y que plantean un escenario laboral crítico en la actividad.
Según las estimaciones de la Unión Obrera de la Construcción- UOCRA desde diciembre del 2008 e destruyeron 30.000 empleos en la actividad, repartidos entre el interior del país y la región metropolitana.
Desde el gremio que agrupa a los obreros del sector que la situación es muy preocupante y que podría complicarse más en los próximos meses si no se implementan los nuevos planes de obras anunciados por la administración de Cristina Fernández.