Al final de 2009 el desempleo podría alcanzar a casi 240 millones de personas en el mundo, y afectaría más a los flujos de trabajadores migrantes, especialmente en los sectores de la construcción y la manufactura.
Un análisis presentado por la Conferencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), detalló que este año se espera que unos 60 millones de personas pierdan sus trabajos, debido a la crisis económica mundial.
De acuerdo con el análisis presentado en Ginebra, los flujos de trabajadores migrantes han sufrido modificaciones fundamentales los últimos meses.
En ese sentido, el Secretario general de la UNCTAD, Supachai Panitchpakdi, señaló que ante la situación global en materia laboral y migratoria, se hace necesario tomar medidas nacionales e internacionales para convertir a la migración en oportunidad.
Por ahora los trabajadores migrantes regresan a sus países de origen debido a la recesión económica, especialmente en los sectores de la construcción y manufactura, que es donde mayormente consiguen trabajo.
Sin embargo, esto podría generar dificultades económicas, tanto en los países de origen de los migrantes, como en aquellos a los que suelen irse a laborar, por lo cual es necesario que las naciones creen estrategias para afrontar el reto.
Destacó que existe gran necesidad de acuerdos multilaterales que incluyan a la Organización Mundial del Comercio (OMC), para regular los flujos migratorios y que éstos ayuden al desarrollo económico y social de los países.
La tecnología y los conocimientos deben favorecer a las economías de los países de origen de los migrantes y la fuerza laboral de éstos, debe favorecer al mercado laboral de los países que los reciben, enfatizó.