LONDRES (AFP) – Los principales constructores inmobiliarios británicos anunciaron o confirmaron esta semana más de 4.000 despidos para intentar enfrentar la mayor crisis del sector en Gran Bretaña en 25 años.
En tan sólo unos días, casi todos los grandes grupos anunciaron la supresión de 20% al 40% de sus puestos de trabajo: 1.200 en Barratt, 1.100 en Persimmon, 900 en Taylor Wimpey, 400 en Bovis y unos 540 en Redrow. Bellway había anunciado en junio un mínimo de 250 despidos.
De esta forma, las constructoras británicas pagan la burbuja inmobiliaria.
En junio, los precios de la vivienda bajaron en 6,1% interanual, según el respetado índice Halifax, confirmado por el índice rival Nationwide.
Fue el quinto mes consecutivo que los precios de la vivienda caían y el tercero interanual en bajada.
¿El origen de esta tendencia? La prudencia de los bancos a la hora de prestar dinero, una crisis crediticia que se prolonga en el tiempo, tasas de interés cada vez más elevadas, pérdida de poder adquisitivo y precios del petróleo y de los alimentos elevados como nunca antes.
Y un ritmo a la baja superior al de la crisis de los años 90, que según Michael Saunders, economista de Citi, “ya era el peor de los últimos cincuenta años” aunque “ahora, sí puede decirse que estamos en la peor caída del sector inmobiliario británico en más de 50 años”.
La mayoría de los economistas consideran que la caída de precios inmobiliarios seguirán en bajada hasta fines de 2009 o principios de 2010 como muy pronto.
Todos los constructores inmobiliarios constatan la misma situación: en el primer semestre de 2008 sus ventas bajaron entre 30% y 45% respecto al mismo periodo del año pasado y las anulaciones treparon hasta 33,6%, en el caso de Barratt.
Para Persimmon “es el periodo más difícil de la historia reciente” y para Bovis “es el peor contexto que el grupo haya visto en mucho tiempo”.
En la Bolsa de Londres estas empresas vieron cómo sus acciones se dividían en tres y hasta en 13 veces, en el último año.
Taylor Wimpey, nacido de una fusión gigante hace año, cuando era el quinto constructor mundial y un valor seguro en el Footsie-100, es ahora un modesto valor del Footsie-250 con unos 500 millones de euros de capitalización.
Ahora en el terreno social, todavía no ha llegado lo peor, y esto preocupa a los profesionales del sector pues el debilitamiento de los constructores podría transmitirse a los sectores vinculados al ámbito inmobiliario como los fabricantes de cocinas, los consejeros, los prestamistas y las agencias inmobiliarias.
El director general de Barratt, Mark Clare, estimó el jueves una pérdida posible de 60.000 empleos.
Todos esos temores “se añaden al riesgo creciente de que el Gran Bretaña entre en recesión en el segundo semestre, en lo cual creemos ahora”, estimaba el viernes Peter Newland del banco Lehman Brothers.