MADRID. En el año 2009 los ciudadanos de Madrid dejarán de ver a los característicos ‘hombres-anuncio’ que recorren el centro de la capital.
Hoy se aprobó una nueva Ordenanza municipal reguladora de la Publicidad Exterior que prohibirá este tipo de empleo, ya que, según explicó el alcalde, Alberto Ruiz Gallardón, se trata de un trabajo que "ataca a la dignidad de las personas".
Mientras, varios de estos ‘hombres-anuncio’ manifestaban hoy su desacuerdo con esta norma, ya que es su medio de subsistencia. Sin embargo, algunos de los que llevan más tiempo en este negocio se muestran tranquilos porque aseguran que esta medida ya ha sido anunciada con anterioridad sin que nunca llegara a aplicarse. Así lo confirma también el grupo de IU en el Ayuntamiento madrileño, que criticó a Gallardón por presentar esta medida como" novedosa" cuando ya fue anunciada en 2006.
Una nueva ordenanza municipal de Madrid prohibirá, entre otras cosas, la presencia de los ‘hombres-anuncio’ en las calles de la ciudad, aunque el primer edil quiso dejar claro que no se trata de una decisión tomada por "razones estéticas" sino porque, a su juicio, "ataca contra la dignidad de las personas" que, señala "tienen que soportar esos carteles en la espalda y en el pacho todo el día transitando por las calles de Madrid". Así, Gallardón señaló que su Consistorio no promoverá esas conductas y prometió que todo aquel que incumpla esta norma será sancionado.
Pero no será multado el ‘hombre-anuncio’, "que es la persona vejada por estar sometida a este trabajo, sino la empresa anunciadora que es la responsable", comentó. Las multas para el anunciante oscilarán entre los 1.501 y los 3.000 euros.
Pero los empresarios que contratan estos servicios no lo ven así y por ello se concentraron hoy en la Puerta del Sol, en donde suelen trabajar muchos de sus empleados, para protestar por una medida que, dicen "sólo va a traer paro". Los propios trabajadores también se muestran preocupados, pues para muchos es un "trabajo normal y digno", tal y como señaló, Ronald, que lleva ya un tiempo como ‘hombre-anuncio’, ganando 600 euros al mes por 7 horas de trabajo diario. "Yo trabajaba de vigilante y me quedé en paro me tuve que meter a esto", señala y asegura que este empleo le mantiene.
Éste es uno de los trabajos a los que recurren los inmigrantes cuando llegan a nuestro país. "Al menos me sirve para pagar la renta y para comer una vez al día", comenta otro de los empleados que añade que, si Gallardón "se preocupa" de quitarles la calle, "también tendrá que preocuparse por ofrecer un buen trabajo". Sin embargo, algunos de los trabajadores más antiguos aseguran no sentirse nerviosos por esta medida ya que, hace unos años también se había puesto en marcha una nueva norma y nunca se llevó a cabo.
Así lo recuerda también IU, quien criticó que esta ordenanza fuera presentada como" novedosa" por el alcalde de Madrid y la concejala de Medio Ambiente, Ana Botella, cuando ya había sido presentada en "junio de 2006" para ponerla en marcha "en el verano de ese mismo año".
"Dos años después vuelve a la carga, acaso para demostrar que los incumplimientos sistemáticos de compromisos, la torpeza administrativa para poner en marcha lo que ellos mismo aprueban, no está reñida con la coherencia que supone que lo que ha anunciado hoy es lo mismo que anunció hace dos años", afirmaron fuentes de la coalición de izquierdas.
Por su parte el PSOE madrileño no ve con buenos ojos esta normativa, ya que la considera "permisiva con la invasión publicitaria". Y es que, además de la prohibición de los ‘hombres-anuncio’ esta ordenanza también incluye otras medidas como crear una zona especial de protección, limitar las condiciones de iluminación máxima o una regulación en los soportes de manera ascendente para eliminar la contaminación lingüística, entre otras cosas, pero, destacan los socialistas "no pone límites al número de soportes ni a la extensión publicitaria".
"La ordenanza facilita la extensión incontrolada de publicidad en la ciudad y supone una liberalización publicitaria absolutamente salvaje, como no existe ninguna otra ciudad europea", denunció el concejal socialista responsable de esta materia, Pedro Santín, quien alertó que, a este paso, "Madrid llegará a convertirse en Las vegas de Europa".