El número de desempleados en Reino Unido ha llegado a niveles inéditos en casi una década después de que los 1,72 millones confirmados hoy por la Oficina Nacional de Estadística superen todas las figuras precedentes hasta la primavera de 1999.
La cifra de personas sin trabajo aumentó en 81.000 personas en el segundo trimestre del año y elevó el porcentaje de paro del 5,3 por ciento al 5,5, una evolución que aumenta la presión sobre la posición ya vulnerable del Gobierno en un contexto en el que la economía británica se dirige a la recesión, según organismos como la Comisión Europea o la OCDE.
Además, otros indicadores revelan el giro del hasta ahora saludable mercado laboral de Reino Unido, ya que los 32.500 que el pasado mes de agosto se sumaron a la lista de beneficiarios de prestaciones por desempleo suponen el mayor incremento desde 1992 y elevan el total a 904.900. Aparte, los analistas consideran que la situación podría continuar la deriva y llevar la cifra total de paro hasta los dos millones de personas a final de año, un global jamás registrado bajo el Gobierno laborista que en 1997 tomó las riendas del país tras la convulsa primera mitad de la década de los 90.
Asimismo, el Trades Union Congress advirtió de que el número de personas que pasaron más de un año sin trabajar podría llegar a los 700.000, mientras las figuras oficiales revelan también que la fuerza de trabajo en activo cayó por primera vez en dos años, concretamente en 16.000 personas, una prueba más del deterioro de la situación económica.
Además, los incrementos en el desempleo y en el número de beneficiarios de prestaciones por desempleo tendrá una incidencia directa en las arcas del Banco de Inglaterra, reticente a recortar intereses pese al aumento de la inflación, que con el 4,7 por ciento supera en más del doble los objetivos del 2 por ciento fijados por el Gobierno y alcanza el mayor porcentaje en 16 años.