MADRID. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, adelantó hoy que, durante su primera intervención en el foro del G-20 en Londres, pedirá que los representantes de las organizaciones sindicales tengan una "voz permanente" en este foro, porque no se podrá conseguir un proceso "eficaz" de recuperación económica sin contar con la "decisiva participación" de las organizaciones sindicales.
Así lo puso de manifiesto Zapatero durante su intervención en el 40º Congreso de UGT que comienza hoy en Madrid, donde recordó que España ha conseguido estar en el G-20 "por méritos propios", al tiempo que aseguró que el país jugará su papel en este foro siendo consciente de la responsabilidad que eso implica.
El jefe del Ejecutivo recordó que España ya estuvo presente en la reunión de Washington, que sirvió para marcar los principios de actuación ante la crisis global, y consideró que la reunión de Londres tiene que servir para evaluar los efectos de las primeras medidas y reafirmar el compromiso de todos los países para devolver a la economía a la senda de crecimiento.
"Tiene que ser de hechos concretos y de resultados a corto plazo", subrayó Zapatero, tras insistir en que España defenderá una profunda reforma del sistema financiero internacional y apostará por el incremento de la supervisión financiera, así como por conseguir un comportamiento más estable del crédito, por no permanecer impasibles ante el "escándalo" de algunas retribuciones que no se pueden consentir y por alcanzar un compromiso "firme y radical" contra los paraísos fiscales.
Además, Zapatero aseguró que el Gobierno hará valer en el foro de Londres las propuestas de las organizaciones sindicales internacionales, especialmente aquellas que apuestan por el apoyo financiero a la recuperación de los países menos ricos.
"Con estos objetivos vamos al G-20", indicó el presidente, tras confiar en que los países allí presentes "estén a la altura" y sean conscientes de la responsabilidad que tienen los gobiernos para modificar "el rumbo de las cosas", a pesar de haber defendido durante años que lo mejor para la economía era que los gobiernos permanecieran impasibles. "Era falso y tenemos que demostrar que la acción política responsable y unida puede modificar el rumbo de las cosas", concluyó.