Tras la oración, el Papa asomado a la ventana del palacio apostólico, lamentó como "la crisis económica está causando la pérdida de numerosos puestos de trabajo" y entonces instó "al gran sentido de responsabilidad por parte todos: empresarios, trabajadores y gobernantes".
También manifestó su apoyo al llamamiento de la Conferencia Episcopal italiana (CEI), que había pedido "hacer todo lo posible para tutelar el crecimiento del empleo, asegurando un trabajo digno y adecuado para el sustento de las familias".
EL Pontífice citó como ejemplos de la crisis que está afectando los puestos de trabajo en Italia el de la fábrica de Fiat en Termini Imerese, en Sicilia, donde trabajan cerca 3.000 personas, y que actualmente esta sufriendo cierres temporales y cuya clausura se ha anunciado para 2012.
Así como el de la fábrica del gigante del aluminio estadounidense Alcoa que tiene en Portovesme, en Cerdeña, y que en estos días está sufriendo cierres temporales, y sus trabajadores se encontraban hoy en la Plaza de San Pedro.