Antonio Cañizares reitera que defenderá siempre la "unidad de España".
El nuevo purpurado ha destacado por sus ataques a la política social del Gobierno.
El Papa Benedicto XVI designó ayer a 15 nuevos cardenales, entre los que figura un español: el arzobispo de Toledo, Antonio Cañizares, vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE). El nuevo purpurado, que lidera junto al cardenal de Madrid, Antonio María Rouco Varela, el ala más conservadora de la jerarquía católica, es un defensor a ultranza de la unidad de España, sobre la que reconoce que está elaborando un documento.
Ayer, emocionado por el nombramiento, Cañizares, valenciano de 61 años, eludió anunciar para cuándo estará terminado el texto, pero no ocultó su postura sobre la "unidad inquebrantable de España, ciertamente amenazada", como denunció el pasado diciembre.
De forma aparentemente improvisada pero firme, el cardenal advirtió de que la unidad tiene mucho que ver con las raíces de la tradición y de la historia, y con la sede toledana: "Seguiré siempre defendiendo la unidad multisecular de una historia compartida entre las gentes y los pueblos de España que está más allá de los territorios y que se asienta en unas raíces que ciertamente tienen una vinculación muy estrecha con la sede a la que estoy sirviendo", dijo
ELOGIOS
Apodado por sus detractores y amigos como el pequeño Ratzinger, por su sintonía con el actual pontífice y por la dirección en España, durante siete años, de la Congregación para la Doctrina de la Fe (ex Santo Oficio de la Inquisición), el nuevo cardenal se mostró sumamente agradecido al Papa y expresó su "profunda comunión" con él y con toda la Iglesia. No ahorró elogios sobre el Pontífice alemán, al que calificó de "campeón de la fe y heraldo de la verdad" y prometió gastar lo que le quede de vida "en una entrega sin límites".
"No me siento príncipe de la Iglesia sino servidor de la fe", declaró, emocionado, durante su comparecencia junto a Ricardo Blázquez, presidente de la CEE, que estos días celebra una reunión de su comisión permanente. El nuevo cardenal, noveno de los españoles, consideró que su nombramiento significará para España "que tendrá un servidor de la fe en sus sillares más hondos".
CONTRA LAS BODAS GAYS
Cañizares, elegido vicepresidente de la CEE hace casi un año, se ha distinguido en este periodo por sus ataques a las reformas sociales del Gobierno. No dudó en encabezar la protesta contra los matrimonios gays el pasado julio, incluso con su presencia en las calles de Madrid, junto al cardenal Rouco Varela.
En contraposición al presidente de la CEE, el obispo de Bilbao, Ricardo Blázquez, más moderado y dialogante, el nuevo purpurado también se ha destacado por su oposición frontal a la ley orgánica de educación (LOE). La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, atribuyó a su cerrazón la ruptura de las negociaciones sobre esta materia, para la que fue designado interlocutor. Cañizares culpó a la LOE de "cercenar la libertad de enseñanza" y "socavar la democracia" y animó a participar en la protesta.