El papel de la inteligencia emocional en el desarrollo de los conocimientos

Todos tenemos referencias de personas que resultaron ser brillantes en la Universidad, pero no acabaron adaptándose a las exigencias laborales. De igual modo, personas con ciertas “faltas de brillantez académicas” han conseguido con el paso de los años ser personas íntegras, buenos profesionales, con una estabilidad personal alta, y con un bagaje interior de experiencias positivas interesante.
Ya todos sabemos que el factor que más influye en estas personas descritas en segundo lugar se ha venido a llamar inteligencia emocional. Esta inteligencia emocional vendría a ser la suma del autocontrol personal, autoconocimiento, automotivación, empatía y habilidades políticas. Cuánto mayor conocimiento tengamos de estas áreas, mayor capacidad de liderazgo personal tendremos, mejor gestionaremos las relaciones, mayor capacidad para influir en los demás, y en consecuencias, mayor “palanca” para hacer realidad el proyecto personal de futuro.

Autocontrol

El “autocontrol” es una habilidad que permite manejar los sentimientos y adecuarlos “inteligentemente” al momento. En ocasiones, sobre todo en la antesala de la toma de decisiones, emociones como la ira, la ansiedad, el miedo o la incertidumbre puede influir de manera negativa en la calidad de la toma de decisión. El autocontrol sirve para dominar las emociones, y para ponerlas inteligentemente al servicio de una buena toma de decisiones.
Aristóteles enseñaba que el objetivo del autocontrol consiste en albergar la emoción apropiada y en consonancia con las circunstancias y con la virtud, entendida ésta como el intelecto. El intento de acallar las emociones conduce a limitar las capacidades de disfrute y de conexión con el entorno, mientras que su expresión sin control, puede terminar derivando en situaciones que generen conflictos y efectos secundarios nocivos.
Uno de los desafíos para desarrollar el autocontrol emocional pasa por poner en jaque a las emociones negativas. Ello no significa que sentimientos como la tristeza o el dolor deban desaparecer de nuestra existencia. Lo que significa es que hay que controlar la intensidad y temporalidad con la que aparecen en nuestra mente.

Autoconocimiento

El autoconocimiento permite tener una sana conciencia de uno mismo y una cierta visión acertada en la valoración de lo que podemos conseguir. La falta de conocimiento de las aptitudes, valores, virtudes o defectos personales puede acabar siendo una realidad frustrante ya que propicia el ponerse objetivos cuyo alcance no es probable desde la situación partida.
Hay ocasiones en ls que es muy fácil engañarse a uno mismo ya que estamos predispuestos para ello. en este lugar se encuentra el punto ciego. De igual forma que un coche en el que existe un ángulo o grados ciegos que no se ven. Muchos de nosotros hemos experimentado un susto en el automóvil por culpa de estos puntos ciegos. Lo mismo ocurre en la vida cotidiana; aquella parte que no queremos o no podemos ver de nuestra persona.
Los deseos emocionales son legítimos, pero su forma de gestionarlos puede ser inteligente o no. Detrás de los puntos ciegos, es probable que nos encontremos con creencias que se caen por su propio peso, pero que no nos “interesa” que caigan ya que obligan a construir otras nuevas. Hacer frente  a los puntos ciegos es vital para aumentar el grado de autonocimiento.

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Automotivación

La automotivación hace que la persona esté motivada sin necesidad de motivación externa. Este es un gran patrimonio de cara a los proyectos a futuro ya que genera autonomía y proactividad.
El optmimismo es un ingrediente clave para el logro de objetivos de futuro ya que elimina las reacciones negativas ante hechos desfavorables y permite operar con la esperanza de triunfar e influir en los resultados finales.
Si se tiene motor propio se depende menos del entorno y se genera una interesante inmunidad frentea una problable toxicidad emocional del entorno.
Cuanto mayor sea el conocimiento sobre qué nos impulsa y qué nos frena, mayor será la capacidad de motivarnos en los momentos en los que el entorno no acompaña.

Intorno vs. Entorno

Nadie duda de que el intorno (lo que nos bulle en la cabeza y en el corazón) y entorno (las circunstancias) se influyen mutuamente. ¿Quien acaba influyendo más? Obviamente el que sea más fuerte. La pequeña tragedia es que el entorno suele ser más fuerte que el intorno si este no se ha desarrollado en un nivel alto. Ya advertía Ortega y Gasset cuando dijo: “yo soy yo y mis circunstancias, y si no salvo mis circunstancias, no me salvaré”. Por tanto, no es tan importante la influencia que ejercen las circunstancias en nuestra vida, sino la capacidad de inlfuir en las circunstancias. Si hacemos más fuerte el intorno, aunque el entorno sea duro, se acabará influyendo en él. Este trabajo es a medio plazo, y no es una tarea pendiente: es LA tarea pendiente.
Sólo cambia la gente que quiere y que debe cambiar. Hay estudios que afirman que  el porcentaje de personas ú organizaciones que se enfrentan a un proceso transformacional y que consiguen llevarlo a cabo con éxito es del 18%.
La fuerza y el contenido (positivo o negativo) del intorno son determinantes en realidades tan importantes como la influencia que se ejercita sobre los demás. Si lo que bulle en la cabeza y  en el corazón es sano y fuerte, nos acabaremos convirtiendo en una fuerza que mejore el mundo en el que vivimos.

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Empatía

La autoestima es el pilar sobre el que se fundamenta la empatía. Cuanto más emociones positivas alberguemos sobre nosotros mismos, mayor será nuestra destreza en la comprensión de los sentimientos de los demás. La empatía implica la capacidad de vivir la experiencia ajena con cierto distanciamiento racional. De este modo conectamos con el otro, pero mantenemos una lejanía que permite ayudar con racionalidad. La empatía puede ser  profunda, si bien existen bastantes niveles. Hay un nivel de empatía superficial, como es ser oportuno, recurrente, saber cuando decir o cuando callar... hay una parte de la empatía que no denota una preocupación muy grande, pero nos hace sentir bien sin llegar a niveles más profundos.
Las personas no solemos manifestar nuestras emociones verbalmente, por lo que la empatía está íntimamente relacionada con la capacidad de leer entre líneas e interpretar el lenguaje no verbal (el tono de voz, los gestos, la expresión facial, etc.). Del mismo modo gran parte de la información empática que transmitimos lo hacemos sin darnos cuenta por lo que una incongruencia entre nuestro lenguaje corporal y el lenguaje verbal será inmediatamente detectada por nuestro interlocutor afectando nuestra credibilidad.

Habilidades políticas

Las habilidades políticas están relacionadas con las habilidades para saber cuando las cosas no marchasn del todo bien. Tiene a su vez mucha relación con la capacidad de anticiparse a los hechos. Y por supuesto, tiene que ver con la capacidad de gestionar las relaciones personales y profesionales. Las personas con mayor habilidad política o social sienten las reacciones ajenas (tienen desarrollado un alto poder empático) y ajustan sus propias respuestas para crear la mejor relación posible. Establencen relaciones de calidad, creando ambiente no tóxicos, con pautas de comunicación inteligentes para el intercambio de información.
Las habilidades políticas también facilitan la resolución de conflictos, el poner entusiasmo, la creación de una extensa red de contactos o el construir un proyecto de vida familiar duradera y de calidad.

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En resumen

Los esquemas mentales son los que más “chirrían” en un proceso de cambio. Una manera de cambiar la forma de pensar y actuar es a través de un “proyecto de futuro”. Es una forma metódica de reorientar los objetivos, acciones y formas de actuar y pensar de las personas y organizaciones.
Cuando el estado anímico es bajo, y las dificultades son elevadas, las personas entramos en un “estado negativo”. Esta situación causa bloqueos y frustraciones. Sin embargo, cuando la dificultad es elevada pero el estado anímico está en lo más alto es cuando las personas y organizaciones entran en fluidez y son capaces de desarrollar lo mejor de sí mismos.
La abundancia del retorno tiene que ver más con tus hábitos cognitivos, emocionales y con el desarrollo de tus recursos personales, que con las circunstancias externas.
Los hábitos positivos tienen la ventaja  de que estabilizan el proceso de crecimiento personal, ya que son capacidades que te permiten gestionar bien las circunstancias externas, y deciden tu permanencia en la lógica de progreso.
Cuando mejoramos los conocimientos podemos ganarle la batalla a la autocomplacencia, la improvisación y la dispersión.

Bibliografía: ‘La mejora del “retorno en la vida”. La gestión personal como última frontera del Management’. Autor: Luis Huete. Foro Europeo. Escuela de Negocios de Navarra. Ed. Crecento. 2009

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