FRANCFORT. El presidente de GM Europa advirtió hoy a los trabajadores de Opel y su marca hermana Vauxhall de que se avecinan tiempos difíciles, incluso recortes de empleos, mientras busca poner a punto a ambas automotrices europeas.
La automotriz estadounidense General Motors está renovando sus operaciones europeas a la luz de su decisión de mantener a su unidad alemana Opel, rechazando una venta que el ex presidente ejecutivo Fritz Henderson había respaldado y ayudado a orquestar.
"Todavía hay mucho trabajo ante nosotros y tiempos desafiantes por venir. Tenemos que trabajar rápido para reducir nuestra capacidad y mantener la productividad y calidad", dijo Nick Reilly en un blog al dirigirse a los empleados.
El cambio se podría sentir duro para el brazo europeo de General Motors y sus empleados, dado que significará dejar atrás a amigos y colegas, señaló. "Es una dura realidad", expresó.
Además de los recortes, Reilly indicó que siete productos nuevos serán lanzados este año como parte de una nueva ofensiva de productos.
Opel ha dicho que planea recortar alrededor de 8.300 empleos de su plantilla laboral de 50.000 en una reorganización de 3.300 millones de euros (4.700 millones de dólares) que persigue la ayuda estatal de países con plantas de Opel, como Alemania, Gran Bretaña, España y Polonia.
Reilly, que también ocupa la presidente ejecutiva de Opel y Vauxhall y fue inicialmente designado para reestructurar a la compañía en forma interina, comentó que pronto anunciaría un nuevo equipo gerencial.