Juan José Almagro está convencido de que la vuelta al humanismo es la mejor estrategia para conquistar el siglo XXI y que las personas han llegado al extremo de convertirse en marionetas macabras de sus organizaciones.
Hay que situar a las personas en el centro de
Pero… ¿qué es la mística de los Recursos Humanos? La unión en la empresa de la persona con
La ecuación aumento de los beneficios para no quedar fuera del mercado no acaba ahí. Si las empresas desean aumentar sus beneficios es necesario que tengan en cuenta que en el proceso participan hombres y mujeres. Esto que parece una obviedad, pero muchas veces se olvida a la hora de elaborar las estrategias.
Hay conceptos que también influyen en el desarrollo de las condiciones del trabajo y que son claves si se quiere modificar la dirección de personas. La globalización, las nuevas tecnologías, la crisis de la ética empresarial y la opinión pública. Almagro precisa muy bien como estas dimensiones afectan el mundo en que vivimos. Nadie puede controlar el flujo de capitales, que se desplaza a regiones como Tailandia y Vietnam “donde la mano de obra es abundante y más barata que en Europa”. De todas maneras no es excusa para seguir acumulando millones mientras la pobreza aumenta en el mundo. Hay que humanizar la globalización, dice Almagro y este es el próximo desafío de los Directivos. “La alternativa no es globalización si, globalización no. La alternativa es qué tipo de globalización queremos y bajo que sistema de valores, porque no se puede construir un mundo más justo sobre la base de ausencia de valores. No es posible”.
Con respecto a las nuevas tecnologías también tiene una posición firme. No sirve de nada Internet si no es para ordenar cabezas y educar. Es muy útil para generar nuevos negocios y superar a la competencia pero la información debe ayudar a educar.
El “culto al líder” que ejercen algunas empresas, donde endiosan a sus ejecutivos máximos en desmedro del conjunto organizacional, ha llevado a empresas como Worldcom y Enron a la bancarrota (y a sus inversionistas) por decisiones de ejecutivos corruptos “que manejaban los destinos de la empresa de forma imperial”. La información sobre índices y ratios en la prensa especializada pone demasiado énfasis en los datos contables de una organización.
"Vanidad, codicia, enriquecimiento injusto, culto a la imagen (…) han transformado a muchos de nuestros dirigentes empresariales en casos dignos de estudio psicopatológico.” Ningún título es garantía de idoneidad laboral y no todo el mundo tiene condiciones para hacer las mismas cosas. Por estos datos es necesario analizar esta época de crisis de la ética empresarial, que tarde o temprano debe arribar a buen puerto.
Con respecto a la opinión pública, “la superpotencia” como
Y cita, para honrar el nombre de su libro, dos fragmentos de El Hacedor de Jorge Luis Borges:
…Por el ápice abierto, el cono inverso.
Deja caer la cautelosa arena
otro gradual que se desprende y llena
el cóncavo cristal de su inverso
Hay un agrado en observar la arcana.
Arena que resbala y que declina.
Y, a punto de caer, se arremolina.
Con una prisa que es del todo humana.
La frase que inspira el libro, se basa en una conversación de Almagro con el ex Presidente de MAPFRE de México José Luis Llasmosas. Las empresas son como relojes de arena: en un receptáculo está
En este libro de fácil lectura, Almagro también se explaya sobre el Código de buen Gobierno de MAPFRE, la gestión de las personas en la práctica versus la estrategia, la cultura, los valores, el liderazgo, y el papel de la dirección.