MADRID. El sector textil, uno de las industrias que tradicionalmente han generado más empleo y producción en España, sufre un fuerte retroceso en los últimos años en términos de empleo y número de empresas. La liberalización de intercambios internacionales, la irrupción de China y también la deslocalización explican esta evolución. No obstante el valor de la producción, que en años anteriores había descendido, prácticamente se mantuvo en 2007, lo que se atribuye a que la producción textil de mayor valor añadido se mantiene en las fábricas ubicadas en territorio nacional.
Según datos del Centro de Información Textil y de la Confección (Cityc) la reducción de empleo ha sido constante desde 2003, cuando el sector contaba con unos 257.500 trabajadores, hasta 2007, que cerró con alrededor de 196.500, lo que supone un descenso del 23,68%.
El número de trabajadores disminuyó un 4,61% el pasado año, tres puntos menos que en 2006, cuando se redujo un 7,7%, y casi la mitad que en 2005 (-8,26%). En total se han perdido 61.000 empleos.
En cuanto a las empresas, el sector pasó de sumar aproximadamente 7.200 en 2003 a alrededor de 5.900 en 2007, lo que supone un descenso del 18%, alrededor de 1.300 firmas, en tanto que la facturación cayó un 14% en el mismo periodo, de 13.258 millones de euros a 11.390 millones.
LA FACTURACION SE MANTIENE
No obstante, el pasado año se contuvo la tendencia descendente de la facturación, dado que, tras caídas del 8,91% en 2005 y del 2% en 2006, el volumen sólo retrocedió un 0,21% en 2007. Las importaciones se elevaron en esos cuatro años un 41,9%, hasta alcanzar los 13.383 millones de euros en 2007, con China (20,7% del total), Italia (12,9%) y Turquía (8,3%) como principales suministradores. Las exportaciones alcanzaron los 7.814 millones de euros, con un avance del 21,4%, y con Portugal (14%), Francia (12,6%) e Italia (9,9%) como primeros destinos.
Según el estudio, la evolución de esta actividad se ha visto marcada por la creciente globalización del sector, debido al crecimiento registrado en los países en desarrollo, en especial los asiáticos; el surgimiento de China como primer productor y exportador mundial; y, sobre todo, la creciente liberalización de los intercambios textiles internacionales, en enero de 2005.
El presidente de la Federación Española de Empresas de la Confección (Fedecon), Ángel Asensio, señaló recientemente que la caída del empleo en el sector se debe a la deslocalización de la producción hacia países como China, India, Corea, Túnez, Turquía, Marruecos o Bulgaria. "Deslocalizamos lo que aporta menos valor añadido y dejamos en nuestro país la producción que genera más riqueza, como el diseño", explicó.