Un equipo multidisciplinario es un grupo de profesionales sanitarios que pertenecen a distintas disciplinas (profesiones, por ejemplo, psiquiatras, trabajadores sociales, etc.) y que prestan servicios específicos al paciente. Los miembros del equipo tratan de forma independiente los distintos problemas que pueda tener un paciente, centrándose en los temas en los que son especialistas.
Un equipo multidisciplinario está formado por varios profesionales sanitarios que trabajan juntos para satisfacer las necesidades de un paciente. Cuando los profesionales de la salud trabajan como parte de un equipo más grande, los resultados en los pacientes suelen ser favorables.
En gestión de la salud, comprender el trabajo multidisciplinario puede ayudar a optimizar tiempos y los conocimientos para lograr el objetivo deseado.
¿Qué es el trabajo en equipo multidisciplinario?
El trabajo multidisciplinario y multiagencia implica utilizar de manera apropiada el conocimiento, las habilidades y las mejores prácticas de múltiples disciplinas y a través de los límites de los proveedores de servicios para redefinir y replantear los problemas de prestación servicios de salud y sociales, y para alcanzar soluciones basadas en una mejor comprensión colectiva de las necesidades complejas de los pacientes (NHS England 2015).
Por lo tanto, los equipos multidisciplinarios (EMD) son equipos de profesionales de diferentes disciplinas en servicios de atención primaria, comunitaria, social y de salud mental que trabajan juntos para planificar la atención de un paciente (Sheffield CCG 2018).
No existe una única forma de organizar los equipos multidisciplinarios. El nivel de integración puede variar desde un único profesional con la responsabilidad continua de la atención que recurre a otros miembros del personal o servicios para obtener aportes, hasta múltiples profesionales que comparten la responsabilidad de la atención del usuario del servicio, recurriendo potencialmente a un grupo mucho más amplio de servicios y profesionales (NHS England 2015).
Factores clave de éxito de los equipos multidisciplinarios en salud
1) Atención centrada en el paciente
La descripción general de la atención integrada de 2011 de Nuffield Trust considera que los usuarios de los servicios son “el principio organizador de la atención integrada” (Shaw et al. 2011). Por lo tanto, la necesidad de una visión compartida que abarque las perspectivas de los usuarios de los servicios y la experiencia de los pacientes es esencial para un trabajo multidisciplinario eficaz. Las organizaciones e intervenciones que no coloquen al paciente o al usuario de los servicios en el centro de sus esfuerzos de integración tienen pocas probabilidades de tener éxito. Por ejemplo, no tener en cuenta las elecciones de los pacientes y los cuidadores puede provocar retrasos importantes en el alta de los pacientes de cuidados agudos.
Además, los sistemas de salud integrados deben ser fáciles de navegar para los pacientes. Una forma de hacerlo es proporcionar un único punto de acceso y un único trabajador clave para los pacientes, lo que se ha demostrado que mejora la prestación y la experiencia del paciente (Cameron et al. 2013). También se ha destacado la importancia de involucrar a las comunidades atendidas en el diseño de los servicios, así como de obtener retroalimentación de los usuarios (Suter et al. 2009; Cameron et al. 2013).
Por último, es probable que la puntualidad, la flexibilidad, la capacidad de respuesta y la idoneidad de los servicios importen más a los usuarios y cuidadores que las estructuras y los procesos adoptados por las agencias de asistencia sanitaria y social. Por lo tanto, definir los resultados que importan a los usuarios y cuidadores es importante incluso cuando difieren de los imperativos de las políticas y las prácticas (Cameron et al. 2013). Esto es una parte integral de la prestación de atención centrada en el paciente y, por lo tanto, debe sustentar cualquier trabajo multidisciplinario.
2) Integración de médicos
La revisión de Suter et al. (2009) de la literatura sobre principios para una integración exitosa de los sistemas de salud concluyó que los médicos necesitaban estar integrados de manera efectiva en todos los niveles del sistema y desempeñar roles de liderazgo en el diseño, implementación y operación de un sistema de salud integrado. Esto incluye tener una fuerte representación y participación de médicos de cabecera y consultores en la primera línea de un equipo multidisciplinario. Se encontró que esto era un factor clave de éxito para asegurar que (i) la atención integrada funcione para los pacientes y (ii) se brinde más atención fuera de los entornos hospitalarios.
Sin embargo, la revisión destaca las barreras para integrar a los médicos en los equipos de atención e identifica la toma de decisiones compartida y el trabajo en equipos interprofesionales como desafíos significativos para los médicos.
3) Metas y objetivos compartidos
El trabajo conjunto exitoso requiere metas y objetivos claros, realistas y alcanzables,
comprendidos y aceptados por todos los socios, incluidos los pacientes, las familias y los cuidadores. Varios estudios han demostrado que el personal a menudo no comprende sus funciones y responsabilidades precisas y/o carece de una apreciación compartida de las metas y objetivos del equipo multidisciplinario (Goodwin et al. 2013; Erens et al. 2016; Madge & Khair 2000). Esto ha dado lugar a problemas como el incumplimiento de los procesos de derivación y los criterios de elegibilidad, lo que da lugar a derivaciones inapropiadas y retrasos en el tratamiento.
4) Tecnología de la información compartida y acceso a los datos de los pacientes
Los estudios han demostrado que el éxito del trabajo de los equipos multidisciplinarios depende de sistemas de información sólidos para una comunicación rápida entre sectores, organizaciones y dentro de los equipos, por ejemplo, utilizando un único registro obtenido a partir de evaluaciones compartidas. Para facilitar una comunicación fluida entre proveedores, la información debe ser accesible desde cualquier lugar del sistema de salud y asistencia social, en cualquier momento (Suter et al. 2009).
Los sistemas de información de calidad también mejoran la capacidad de comunicación y el flujo de información a través de vías integradas. Además de la gestión de los datos clínicos, se debería disponer de un sistema de registro de pacientes y de coordinación de la programación (Suter et al. 2009).
Además, también es fundamental poder supervisar el progreso cuando se implementan nuevas formas de trabajo que implican objetivos financieros desafiantes. Esto requiere sistemas de TI que faciliten una gestión eficaz de los datos y el seguimiento de la actividad y los resultados. La capacidad de integrar información clínica y financiera se considera importante para supervisar la relación coste-eficacia y facilitar la planificación de los servicios. Los registros médicos electrónicos respaldan esto al vincular a los usuarios, comisionados y proveedores a lo largo del continuo de atención y proporcionar información relevante a estos grupos de interesados (Suter et al. 2009).
5) Cultura, colaboración y procesos de toma de decisiones compartida
Se ha demostrado que las barreras culturales son uno de los principales desafíos para la integración. Por ejemplo, los estudios han destacado las diferencias culturales entre los proveedores de servicios médicos y los servicios de atención a largo plazo, o entre los médicos y otros profesionales, como factores que contribuyen al fracaso de los esfuerzos de integración. Los estudios también identificaron una “mentalidad de atención aguda”, que coloca al hospital en el centro del proceso de integración, como una barrera cultural clave (Universidad de Birmingham 2010; Hibbard 2004).
Para que los servicios integrados funcionen, el personal debe poder anteponer los intereses de los usuarios del servicio a las normas culturales profesionales y estar preparado para trabajar de diferentes maneras. Por ejemplo, en atención integrada en Inglaterra algunos proyectos fracasaron debido al proteccionismo profesional o debido a la incapacidad de un equipo para trabajar de una manera verdaderamente colaborativa (Robertson 2011).
La importancia de una colaboración eficaz también fue resaltada por un informe de 2013 de Kings Fund. Tras el éxito relativo del programa de asistencia sanitaria y social integrada de Torbay, su evaluador sugirió que el trabajo en equipo era, de hecho, la estrategia local, en lugar de una de varias estrategias (Ham y Walsh 2013). Un compromiso a largo plazo con el trabajo en equipo también es particularmente importante, dado el tiempo que puede llevar obtener los beneficios de las nuevas formas de trabajo (NAO 2017).
La rendición de cuentas y la toma de decisiones conjunta son igualmente importantes para los equipos multidisciplinarios.
Esto se enfatiza en un informe de McKinsey de 2014, What it takes to make integrated care work (Carter et al. 2014). Destaca que, si bien los médicos de atención primaria tienen la responsabilidad central de la prestación de atención, todos los miembros del equipo son responsables del bienestar del paciente y, por lo tanto, deben tener oportunidades de expresar sus opiniones sobre la prestación de atención.
Se deben establecer mecanismos de gobernanza clínica adecuados y acuerdos permanentes para respaldar esto y garantizar que los miembros del equipo ejerzan al máximo de sus capacidades.
6) Co-ubicación/integración geográfica
La co-ubicación se considera un elemento importante del trabajo conjunto, que fomenta el contacto informal, aumenta la comprensión mutua, facilita y acelera la comunicación, agiliza la resolución de problemas y facilita el aprendizaje a través de las fronteras profesionales (Ling et al. 2010).
Basándose en evaluaciones de más de 30 intervenciones comunitarias diseñadas para reducir las admisiones hospitalarias de emergencia, Nuffield Trust ha enfatizado la importancia de “una estructura orgánica con diversos canales de comunicación que transfieran información de manera eficiente a través de las fronteras organizacionales” (Bardsley et al. 2013). La revisión de Suter et al. de los sistemas de atención médica integrados exitosos también encontró que la co-ubicación de los servicios apoyaba la colaboración interprofesional y las relaciones entre proveedores. Esto se debió en gran medida a que, junto con las reuniones frecuentes de equipo y el uso de sistemas de información electrónicos, la co-ubicación facilitó la comunicación efectiva entre diferentes proveedores y/o profesionales (Suter et al. 2009).]
Los equipos multidisciplinarios en salud son una forma de trabajo de avanzada en atención de pacientes en los países más desarrollados, en donde la comunicación, el entendimiento y el colaboracionismo profesional son la base del trabajo en sanatorios y hospitales.
Referencias bibliográficas
https://www.cordisbright.co.uk/admin/resources/05-hsc-evidence-reviews-multidisciplinary-team-working.pdf