BRUSELAS. España es el país de la UE con más desempleados rumanos y búlgaros, con algo más del 60%, seguido de Italia con un 23%, según un informe de la Comisión Europea sobre el impacto de la libre circulación de trabajadores y las restricciones laborales para rumanos y búlgaros que todavía se mantienen en una decena de Estados miembros y que sólo podrán mantenerse como muy tarde hasta el 31 de diciembre de 2013.
Según el informe, España es el país más beneficiado económicamente por la llegada de trabajadores rumanos y búlgaros, que han contribuido a un crecimiento del PIB español del 1,7% entre el 2004 y el 2009, frente al 0,3% de media en el conjunto de los Veintisiete y del 0,4% en los 15 antiguos Estados miembros.
Alrededor de 2,9 millones de rumanos y búlgaros residen en el resto de Estados miembros, más del 70% de ellos en España e Italia y más del doble de los 1,4 millones que residían en Europa en 2006 antes de ingresar en la UE un año después, según datos de 2010. La mayoría de rumanos en el exterior reside en Italia (41%), España (38%) y Alemania (5%), mientras que los búlgaros residen sobre todo en España (38%), Alemania (15%), Grecia (12%), Italia (10%) y Reino Unido (7%).
En términos generales, los trabajadores de ambas nacionalidades ha tenido un "impacto positivo" para el conjunto de países de la UE a la hora de cubrir puestos de trabajo vacantes en sectores como la construcción, servicios domésticos y de alimentación y su incorporación al mercado laboral de otros Estados miembros no ha tenido "un impacto significativo" negativo en los salarios de los trabajadores nacionales, según el documento.
SALARIOS, POCO AFECTADOS
Así, el salarios de los trabajadores nacionales de los antiguos Estados miembros se ha reducido apenas un 0,28% por la incorporación de trabajadores rumanos y búlgaros, un porcentaje que en el caso de los dos países principales de destino de estos trabajadores en los últimos años -España e Italia– se eleva hasta el 0,7%.
Bruselas asegura además que los trabajadores de ambas nacionalidades han tenido "un papel muy menor en la crisis del mercado laboral" de otros Estados miembros desde el inicio de la crisis económica en 2008 tras constatar su "creciente dificultad" para encontrar trabajo en otros Estados miembros. El 16% de los rumanos y búlgaros que residen en otros Estados miembros están desempleados en la actualidad, frente al 9% en 2007. De ellos, más del 60% se encuentra en España y el 23% en Italia.
El Ejecutivo comunitario constata además en su informe que las restricciones laborales han tenido "un efecto limitado" en los niveles de llegada de rumanos y búlgaros porque su elección está más influida por otros factores como el nivel de demanda laboral y el conocimiento del idioma, al contrario, advierte de sus "efectos negativos potenciales" como el aumento del trabajo sumergido. De hecho, el número de rumanos y búlgaros residentes en España cayó del 44 al 53% entre 2007 y 2010, aunque subió en Italia del 32 al 37%, según datos del informe.
El comisario de Empleo y Asuntos Sociales, Lazslo Andor, ha instado a los Estados miembros que todavía mantienen restricciones a levantarlas apelando a "las oportunidades y beneficios económicos reales" por ambos lados. "Restringir la libertad de movimiento de los trabajadores en Europa no es la respuesta al elevado desempleo. Lo que necesitamos hacer es centrarnos en esfuerzos que creen nuevas oportunidades de empleo", ha insistido.
RESTRICCIONES LABORALES
El Gobierno español decidió reintroducir el pasado 22 de julio las restricciones laborales para los trabajadores rumanos y exigir un permiso de trabajo para estos nacionales que quieran venir a trabajar por cuenta ajena ante la caída del empleo por la crisis y a fin de "vincular el flujo de entrada" de rumanos "a las necesidades" del mercado de trabajo español y "evitar que estas personas caigan en la economía sumergida y sean víctimas de abusos y explotación laboral".
La Comisión Europea ha autorizado al Gobierno español a mantener la restricción laboral para los trabajadores rumanos hasta el 31 de diciembre de 2012, como muy tarde, tras constatar "perturbaciones serias" en el mercado laboral español.
Diez Estados miembros mantienen las restricciones laborales para rumanos y búlgaros todavía: Alemania, Bélgica, Irlanda, Francia, Italia, Malta, Países Bajos, Austria, Luxemburgo y Reino Unido, que sólo podrán mantenerlas si justifican "perturbaciones serias" para su mercado laboral y se lo notifican a Bruselas antes del 31 de diciembre de este año. En todo caso, las restricciones laborales se terminarán por ley como muy tarde el 31 de diciembre de 2013, según virtud de los Tratados de Adhesión negociados con Sofía y Bucarest.