Delegados sindicales proponen que se cree una mesa de trabajo con las administraciones y las empresas para buscar soluciones.
La decisión de Renault de suprimir en las próximas semanas el tercer turno de trabajo en la factoría automovilística de Villamuriel de Cerrato y otro en la planta de Carrocería y Montaje de Valladolid ha tenido ya el primer impacto negativo en cuatro empresas auxiliares de Palencia, que se han visto obligadas a ajustar los días de trabajo mediante la presentación de sucesivos expedientes de regulación temporal de empleo.
Grupo Antolín, que cuenta con un plantilla de 85 trabajadores, tiene ya concedido un expediente de regulación para 69 empleados, que se está aplicando coincidiendo con los días en que también para la cadena de Renault, mientras que la firma de logística TNT ha conseguido un acuerdo con sus 63 operarios para poder iniciar otro expediente regulación por las mismas causas de ajuste de la producción que en el caso anterior, según han señalado diversos representantes sindicales.
El anuncio de la reducción de trabajo en Renault también ha repercutido las empresas de carga y movimiento de vehículos, como CAT y su subcontrata Técnicos en Administración Económica (TAE), que tienen concedido otro expediente de regulación de empleo por las mismas razones. Entre ambas agrupan a una plantilla de 50 trabajadores.
El impacto inmediato en las empresas auxiliares y de componentes, antes incluso de que Renault haya puesto en marcha sus anunciados recortes de producción, ha llevado a los sindicatos UGT y CC. OO. a proponer la negociación conjunta de un plan industrial y social que pueda minimizar los perjuicios para las plantillas auxiliares, que también se verán perjudicadas por la reducción de los dos turnos de trabajo en Villamuriel y Valladolid.
Solución global
Por otra parte, delegados de personal del sector de transporte de empresas auxiliares de CC.OO. reiteraron ayer en Palencia la necesidad de exigir a Renault un proyecto industrial que garantice las cargas de trabajo y la búsqueda de una solución global para todos los empleados afectados.
En una reunión celebrada ayer los participantes consideraron oportuno crear una mesa general de estudio, en la que estén representadas las administraciones central y autonómica, las empresas afectadas y los sindicatos mayoritarios. Los delegados de la firma CAT propusieron celebrar el próximo sábado una gran asamblea de trabajadores para analizar la situación, e incluso, preparar movilizaciones.