MADRI.- España redujo en un 35 por ciento su catálogo de ofertas de empleo para los inmigrantes que buscan trabajar en el país ibérico, especialmente en los sectores de la construcción y servicios, los más afectados por la crisis económica.
“Si hay demandantes españoles o extranjeros que residen en España, deben optar primero a ese puesto de trabajo, siempre ha sido así”, señaló la Secretaria de Estado de Inmigración, Consuelo Rumí, antes de su comparecencia ante el Congreso de los Diputados para anunciar los presupuestos de su departamento para 2009.
“No sería muy razonable que hoy se necesitaran albañiles de fuera del país. No se trata de un recorte, sino de una adecuación”, agregó la funcionaria del Ministerio de Trabajo luego de anunciar la reducción de las ofertas incluidas en el catálogo que se revisa cada trimestre y que permite a los empresarios españoles buscar mano de obra en el exterior.
Albañiles, meseros, cocineros, jardineros, empleadas del hogar y peones agrícolas son algunas de las ofertas laborales que se han visto reducidas como consecuencia de la crisis económica que afecta al país ibérico y que está incidiendo principalmente en los sectores más vulnerables, como la inmigración.
Los expertos señalan que el desempleo en España puede alcanzar para 2009 el 12 por ciento, uno de los porcentajes más altos de la Unión Europea (UE).
Entre las causas de este deterioro se encuentra el derrumbe del sector de la construcción, uno de los principales motores de la economía española.
La secretaria de Estado de Inmigración anunció también que en los primeros nueves meses de 2008 han sido repatriados a sus países de origen un total de 32 mil 752 inmigrantes clandestinos.
“Estos datos ponen de manifiesto que éste es el periodo en que más repatriaciones se han hecho y a más sitios”, indicó la funcionaria.
Rumí explicó que estas repatriaciones han tenido lugar gracias a los convenios con los países de origen de los trabajadores indocumentados y a la mayor actividad del Ministerio del Interior español, que cuenta con un presupuesto de 140 millones de dólares para los asuntos de extranjería.
“Tenemos una excelente colaboración con países como Senegal y Marruecos, donde gracias a esa relación se está deteniendo todos los días a mafias y redes de tráfico de inmigrantes”, concluyó la secretaria de Estado.