Por Enrique Eskenazi, CEO de YPF y Banco Galicia.
Cada uno de ustedes tiene el destino en sus manos. Hubo una Argentina épica que fue hecha en sólo 50 años, ejemplo mundial y que mostraba el ascenso de una Nación progresista. Cuando Sarmiento asumió la Presidencia de la Nación se enfrentó a muchisimos problemas como la guerra de la Triple Alianza, Entre Ríos se levantaba en armas contra Buenos Aires y así y todo, él mismo junto con Nicolás Avellaneda fueron capaces de preparar las bases educativas de una Nación moderna cuyos vestigios hoy todavía podemos presenciar.
En la década del ’30 comenzó una época de decadencia de nuestra sociedad. Las Fuerzas Armadas comenzaron a vetar gobiernos legítimos, hasta que se consolidó un partido político militar que anuló a las FF.AA. se volvió en su contra.
Una nueva globalización avanza, con un nuevo paradigma muy diferente al que estuvo dominando. En el mundo globalizado de hoy tenemos grandes grupos financieros de distintas nacionalidades, ya no tienen ideología, lo único que vale es el dinero. En este nuevo paradigma, las materias primas son más caras que los productos manufacturados. La próxima década será protagonista del gran salto de la Argentina si somos capaces de tomar las acciones que necesitamos para lograrlo. Los grupos económico-financieros buscan sociedades con capacidad de gestión, con nivel cultural y educativo, buscan tierras y agua, minería, todos elementos que tiene la Argentina. Tenemos un sector agropecuario, que es el más eficiente del país. En la próxima década, las exportaciones mineras podrán alcanzar a las exportaciones agropecuarias, lo que significa duplicar el ingreso de dólares de las exportaciones del agro que hoy tenemos.
La energía, por otro lado, es fundamental para cualquier negocio. Hoy el objetivo es buscar petróleo y guardarlo ya que es un producto no renovable. No conozco ningún país desarrollado que exporte 1 metro cúbico de petróleo. Son riquezas del suelo que tardaron millones de años en consolidarse y las estamos dilapidando.
En 2007, se hizo un estudio que aseguraba que en 2030 el mundo necesitará 40% más de energía de la que consume. Y de ese 40%, el 90% del requerimiento de energía provendrá de los países en vías de desarrollo.
Hay otra cosa que exigen los grupos económico-financieros para invertir: seguridad jurídica. Tenemos que luchar por la libertad de mercado, por esa libertad que es una realidad del desarrollo de la economía. La libertad de mercado dejó de tener ideología desde el momento en que países comunistas como China, fundamentan su desarrollo económico con el sistema de libre mercado.
En Argentina no puede existir libre mercado con la Ley de Abastecimiento. Quizás esta ley es útil en un país con un capitalismo que no es lo suficientemente fuerte como para autocontrolarse.
En pocos años, unas 100 millones de personas se están incorporando al mercado de consumo. Tenemos que exportar productos sofisticados, ya que contamos con materias primas y estas tienen el futuro asegurado en las próximas décadas. Pero para esto se necesita innovación, competencia, que cada uno compita consigo mismo y con el resto.
Para que la Argentina pegue ese gran salto hacia el desarrollo de su economía, se necesita luchar contra el populismo. Cuando se privilegia la producción frente a la distribución. Esto ocurrió en Argentina durante muchas décadas donde se privilegiaron los derechos y no los deberes de los ciudadanos.
Pero no hay que mirar con nostalgia al pasado, considerando que fue mejor que el presente. El presente está embarazado de futuro. Hay que recuperar la fe en nuestro país, el optimismo es algo que parece perdido y ganar orgullo nacional.
He participado en numerosos eventos y conferencias en el exterior y siempre encuentro a dos chilenos hablando bien de su país, a dos brasileños hablando bien de su país y a dos argentinos hablando mal de su país. Hay que terminar con ese complejo de inferioridad. Me aterraba cuando veía por televisión las colas de gente en las embajadas para abandonar el país. Es extraño, la gente abandona un país que necesita ser conquistado, descubierto, hay mucho por hacer en la Patagonia, en todo el país y de la mano de las nuevas tecnologías.
Marcel Plaus, decía: “tenemos que buscar nuevos caminos, no en nuevos escenarios sino con una nueva visión”.
José Ingenieros otro escritor a quien admiro mucho decía: “los pueblos débiles añoran el pasado, los pueblos fuertes miran permanentemente al futuro”.
Ustedes son los pioneros del futuro y les deseo mucha suerte.
Conferencia ofrecida en el Foro de Jóvenes Ingenieros, ante 1800 estudiantes de ingeniería de universidades argentinas
Congreso Mundial de Ingenieros. Buenos Aires. 17/10/2010.