MEXICO DF. Desde los temerosos ojos de un senegalés esperando para escalar una alambrada para ingresar a Europa hasta la mirada en blanco de un ama de casa rusa en una mansión panameña, una exhibición itinerante que se inicia en Septiembre en México explora las múltiples caras de la inmigración.
Fotografías y videos de fotógrafos latinoamericanos, portugueses y españoles muestran los desafíos que implica dejar el hogar, a veces con peligrosas travesías y profundas cuestiones de identidad, en este proyecto que visitará más de 20 países en tres años.
Este "Laberinto de Miradas" retrata fronteras que no solo son físicas sino también sociológicas, culturales e ideológicas.
Un video muestra continuamente el tráfico de personas arrastrándose a través del cruce de frontera más intenso entre Tijuana, México, y San Diego, en Estados Unidos, mientras otro, que también usa fotos, muestra escenas de vida diaria en un gigantesco asentamiento en Sao Paulo, Brasil, donde se han instalado unos 1.680 inmigrantes.
El ambicioso proyecto fue lanzado por el fotógrafo español Claudi Carreras, que pasó dos años viajando por América Latina y Europa buscando imágenes para ir más allá de las fotos de inmigración de las noticias diarias y las ideas típicas de lo que significa ser un inmigrante.
"Todos de alguna manera estamos viajando. Es como entender bien esa idea del inmigrante, no solo como ese inmigrante de periódico que trata de cruzar la frontera en un camión. Hay muchos tipos de inmigrantes", indicó el curador de la exposición en Ciudad de México, Diego San Vicente.
Una familia japonesa mantiene hábitos importados en su hogar argentino en una serie de fotos exhibida en el Centro Cultural de España de México, mientras, muy lejos de allí, unos tímidos niños mexicanos indígenas intentan vestir a la moda para adaptarse a la vida de la capital.
"A mí lo que me interesa es documentar ese discurso visual, esa comunicación del cuerpo. Es como cuando alguien se pone una máscara y cambia immediatamente su personaje, como un actor", indicó el fotógrafo mexicano Federico Gama, quien capturó a algunos de los niños con un teleobjetivo.
La primera parte de la exposición -organizada por la Agencia española de cooperación y desarrollo internacional y la Casa América Catalunya- viajará luego a Centroamérica, con escalas en Miami y Cuba.
La segunda y tercera parte comenzará en Lima, Perú y Sao Paulo, Brasil, a fines de año, para terminar en la española Barcelona en 2010.
Ilustrando un aspecto a veces olvidado de la inmigración, una fotografía muestra una pila de miembros ortopédicos en Honduras, destinados a los inmigrantes que perdieron los suyos en su peligroso viaje hacia Estados Unidos.
En una mirada a los inmigrantes más ricos, una serie de retratos muestra familias argentinas de clase media frente a sus casas con todas las pertenencias que planean llevarse antes de dejar el país, durante la crisis económica de 2001.
En contraste, otras muestran el puñado de posesiones de un grupo de inmigrantes subsaharianos en sus sombríos hogares en España.
"¿Qué están dejando, y para obtener qué?", se preguntó San Vicente. "En el proceso de esta exposición hemos hablado con mucha gente y es muy interesante esa otra parte de la inmigración. Un argelino nos contaba que los que van a España viven en condiciones muy precarias, pero cuando logran regresar llegan como multimillonarios a Argelia".