MADRID. El catedrático de Fisiología Humana de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y especialista en Inmunonutrición, el doctor Augusto Corominas, recomienda a las compañías que incluyan, difundan y promuevan buenos hábitos alimentarios en sus planes de prevención de la gripe A, como es el consumo de cítricos, frutos secos y leches fermentadas.
Este experto indicó que, aunque puede que la alimentación no sustituya a una vacunación, si se incluye en la dieta alimentos como antioxidantes o probióticos ricos en LCasei, la prevención frente a la gripe A, que al fin y al cabo es un virus, puede ser más efectiva.
Otro de los métodos más extendidos en la prevención de la pandemia es el uso de gel de manos higienizantes, cuya colocación se recomienda en aseos, salas de reunión y en las áreas más concurridas de las oficinas. Según informó hoy la consultora de negocio y tecnologías de la información Everis, el 80 por ciento de los gérmenes se propagan con sólo tocar una superficie con las manos.
Los objetos manipulados por personas en el día a día llegan a acumular gran cantidad de virus y bacterias causantes de enfermedades como la gripe A, por lo que los expertos consideran que el cuidado de la higiene de las manos es vital para su prevención.
Los últimos datos facilitados por el Ministerio de Sanidad revelan que la prevalencia de la gripe A la pasada semana aumentó con 145.113 nuevos casos, lo que supone un incremento de un 10 por ciento respecto a las semanas anteriores. Ante este repunte de la enfermedad, las empresas españolas refuerzan sus protocolos de prevención contra la gripe A, que según datos de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) podría llegar a causar la baja laboral en el 25 por ciento de la población activa.
Asimismo, los datos de un informe elaborado por una empresa dedicada al servicio integral especializado en selección de trabajos y personal para empresas asegura que la gripe A en España costará a las empresas unos mil millones de euros. Este cálculo está basado en los costos que para las empresas implica que alguno de sus trabajadores estén una media de siete días de baja.