BERLÍN. El fabricante de automóviles alemán Opel, que atraviesa importantes dificultades, podría suprimir hasta 3.500 empleos si no se hace nada para salvarlo, amenazó este miércoles el presidente de la filial europea de General Motors, propietario de la marca.
"Se necesitan 3.300 millones de euros de préstamos o de participaciones directas antes de 2014 para salvar todas las fábricas", afirmó el presidente de General Motors Europa, Carl-Peter Forster, al diario alemán Bild Zeitung.
General Motors está negociando con el Gobierno de Berlín un plan de rescate de su filial alemana, que emplea a cerca de 26.000 personas en el país.
También está en contacto con los gobiernos de España -donde Opel tiene una fábrica cerca de Zaragoza y emplea a más de 7.000 personas- de Gran Bretaña y de Bélgica.
Forster advirtió de posibles bajas salariales que "se suman a la supresión de esperemos no más de 3.500 puestos de trabajo". "Pero nosotros queremos precisamente evitarlo", agregó.